Luisma Sánchez3 min lecturaEl regreso del Paris Saint Germain a la ciudad de la luz sucede tras finalizar una gira por Japón en la que ha ejercido un control abrumador, no solamente sobre los logros del equipo, sino también en lo que respecta al asunto Mbappé, el cual parece tener el potencial de prolongarse en el futuro. Esta situación, por un lado, está causando una turbulencia sin precedentes en cada nivel y sector de la institución francesa.
Y en momentos como este, no hay nada que equivoque tanto como apelar a la unidad, tal y como ha anunciado Luis Enrique a través de sus redes sociales. Al asturiano se le habría relacionado en el día de ayer con que podría pensar en marcharse del PSG incluso antes de debutar de manera oficial. El motivo: el malestar generado entre Al-Khelaïfi y Luis Campos, director deportivo del club; y la salida de Rafel Pol, uno de sus ayudantes, por motivos personales. A pesar de todo, el exseleccionador ha querido calmar las aguas y lanzar un mensaje de unión hacia su vestuario.
Aún más apropiado si se realiza utilizando el lenguaje de Alejandro Dumas. "Un pour tous et tour pour un". O expresado de manera equivalente, la legendaria consigna de Los Tres Mosqueteros, la eterna obra que relata las hazañas y, por supuesto, los infortunios del séquito leal al rey Luis XIII, progenitor del futuro Rey Sol, su vástago Luis XIV.
No obstante, en estos días el sol brilla escasamente sobre la ciudad de la moda, que no logra adaptarse completamente a los repetidos embates de los eventos contemporáneos. Después de un año sumamente tumultuoso con Christophe Galtier, surgió la carta de Kylian Mbappé y todo lo que ha desencadenado la declaración de que el número 7 del Parque de los Príncipes no renovará su contrato.
La reacción de Luis Enrique no ha demorado en llegar tras los rumores que sugerían su posible partida del Paris Saint Germain. De acuerdo con Le Parisien, no sería el único en esta situación, ya que Luis Campos, el responsable de concretar su incorporación al equipo de Al-Khelaifi, también estaría en la misma tesitura.
Sin embargo, algo que parece motivar al asturiano es enfrentarse a desafíos. Desde su llegada a París, donde ya había agitación, la situación con Mbappé ha estado complicando la planificación anual y, además, oscureciendo las nuevas adquisiciones que han arribado a la ciudad de la moda en las últimas semanas.
Las siguientes en espera son las llegadas de Ousmane Dembélé y, con bastante seguridad, también la de Gonçalo Ramos. Estos dos refuerzos para el frente de ataque galo, si bien no son Mbappé, podrían aportar gran dinamismo y, sobre todo, goles a Luis Enrique.