Alvaro Arenillas4 min lecturaBernardo Espinosa seguirá vistiendo la camiseta del Girona FC. Con 160 partidos a sus espaldas defendiendo al club, lo cierto es que lo tuvo fácil a la hora de decidir su continuidad en una entidad que le ha permitido asentarse en LaLiga. Por ahora ha renovado su contrato hasta 2024, pero en ese mismo acuerdo se contempla la posibilidad de extender la relación hasta el 2025.
"Me siento muy querido y feliz por estar aquí. Cuando te sientes en casa, feliz, bien y reconocido en todos los ámbitos, es fácil tomar decisiones como estas. Llevo aquí seis años, siento que es mi casa y la gente que trabaja aquí me hace estar bien familiar y deportivamente. Estoy satisfecho de que el Girona esté de nuevo en Primera y ser partícipe, no solo de estar, sino de continuar. Cuando ambas partes consideran que es el momento, las decisiones se toman con mucha facilidad, así que doy las gracias a las personas que han dado todo para que siga aquí. Me levanto todas las mañanas con ganas de devolver al club la confianza", comenta a Mundo Deportivo dejando claro que en ningún momento dudó sobre estampar su firma.
A estas alturas el ex del Sevilla FC es el undécimo jugador con más partidos de la historia de la entidad, algo que sin duda le hace sentirse orgulloso y con ganas de seguir sumando páginas al libro de su historia con el Girona.
"Es la historia que vas marcando. Son datos bonitos y reconfortan el trabajo que uno pone cada día. Son alicientes para seguir trabajando y mejorando. Hemos estado, junto a Juanpe y Ramalho, con el Girona en su máxima categoría y me siento satisfecho y parte de esta familia", expresa.
Siendo uno de los veteranos de la escuadra gerundense, Bernardo espera marcar el camino para esos chicos que deben sostener al equipo de cara a un futuro que espera sea exitoso.
"Cuando vas cumpliendo años te acuerdas de las situaciones que vivías antes. Los veteranos eran aquellos pesados que te enseñaban las cosas que no querías escuchar. El respeto que recibo de todos los compañeros es increíble y no me siento líder, simplemente son acciones que salen innatas por querer ayudar a los demás. Los veteranos debemos equilibrar la inocencia de aquellos jóvenes que tienen desparpajo. Estoy encantado de tener esa responsabilidad, más cuando te lo agradecen”, confiesa.
Por último, entiende que el presente del equipo es luchar con todo por una permanencia que está más cara que en otras ocasiones. "Cada año es más complicado y hay más igualdad a nivel de herramientas para todos los equipos. Cada punto que sumamos es fundamental y siempre hay que quedarse con lo bueno y con las enseñanzas. Tenemos un gran grupo y una atmósfera muy buena, clave para conseguir los objetivos lo antes posible”, finaliza.