Míchel, con mucha fuerza

El Girona está en una situación deportiva crítica después de que no pudiera pasar del empate a uno contra el Leganés en la última jornada de LaLiga disputada. Una igualada que deja al Girona con 35 puntos con sólo 3 puntos de venta sobre los puestos de descenso a Segunda división. Una situación, por tanto, que pone en peligro la continuidad del Girona en Primera división la cual el equipo catalán tendrá que conseguir en las últimas 5 jornadas de LaLiga. Un logro que Míchel, su entrenador, van a trabajar duro para alcanzarlo.

Una de las personas que más tocada quedó tras el empate del Girona contra el Leganés fue Míchel. El entrenador del equipo catalán se mostró desesperado y cansado de la mala racha de resultados en la que está inmersa el Girona y que le ha llevado a estar coqueteando con el descenso a Segunda división. A ello se le unió el error de Danjuma que perdió un balón en los últimos minutos al intentar un caño en el encuentro frente al Leganés que luego acabó en gol del equipo madrileño. Míchel no termina de dar con la tecla en esta temporada, pero ya ha dejado claro que está con fuerzas.

Después de estar en un evento, Míchel, entrenador del Girona, ha sido preguntado por los compañeros de El Chiringuito por su estado de ánimo después del empate liguero contra el Leganés. El técnico madrileño fue captado diciendo "me quiero morir" tras el encuentro en clara referencia a la situación deportiva de su equipo que corre el riesgo de descender a Segunda división en una temporada en la que ha disputado la UEFA Champions League. El técnico madrileño ha disipado todas las dudas ya que ha dicho que se encuentra con muchas fuerzas, que está repuesto del empate contra el Leganés y que ya piensa en el partido contra el mallorca el cual espera ganar.

Míchel, entrenador del Girona, también dijo en el evento 'Save Football' que no está enfadado con Danjuma, por su pérdida evitable contra el Leganés que acabó en gol, ya que dio varios gritos en el vestuario dirigidos a todo el equipo. "En el vestuario pegué cuatro o cinco gritos, pero a nivel global, no señalando. Diciendo que no nos puede pasar porque sabemos controlar esas transiciones. Se trata de gestionar la cabeza. Lo que estáis viviendo hoy, que nos sirva de experiencia porque todo este dolor nos va a valer para ganar al Mallorca. No hemos perdido dos puntos, hemos ganado uno y estamos más cerca del objetivo. Cuando yo tiro la botella ya veo el gol en contra".