La solución del Girona para paliar la crisis

El equipo que entrena Míchel es el tercer peor de LaLiga en la segunda vuelta de la competición lo cual ha provocado que haya dudas de que el club pueda conseguir la permanencia en Primera división

La solución del Girona para paliar la crisis
El Girona ha hecho una comida de conjura este jueves. - @GironaFC

El Girona está en una crisis de resultados que actualmente lo han convertido en uno de los equipos más vulnerables de toda la Primera división. El conjunto entrenado por Míchel lleva una segunda vuelta de LaLiga muy mala en la que sólo ha conseguido seis puntos, superando, por tanto, sólo a UD Las Palmas y Real Valladolid. Dicha tendencia negativa ha hecho que el Girona sólo tenga seis puntos de ventaja sobre los puestos de descenso a Segunda división lo que provoque que sobrevuele el fantasma de bajar. Para que eso no ocurra, la plantilla y los jugadores del Girona se han conjurado para paliar la actual crisis futbolística por la que atraviesa el equipo.

La temporada actual del Girona en nada se parece a la anterior en la que el equipo catalán se clasificó para jugar la UEFA Champions League. Una vez se han disputado 30 jornadas, el conjunto gironí ha arrojado la toalla por Europa y se ha cambiado el objetivo, hablando sólo de conseguir la permanencia en Primera división lo antes posible y a ser posible sin pasar apuros.

Para lograrlo y, por tanto, dejar atrás los malos resultados de las últimas jornadas, la plantilla del Girona ha almorzado este jueves en lo que ha sido una comida de conjura para poder remedio a la situación deportiva tal y como ha informado Mundo Deportivo. El Girona quiere hacer piña para ganar el próximo partido de LaLiga en el cual se enfrentará a Osasuna, este mismo fin de semana, en el que obteniendo la victoria se alejaría casi de manera definitiva de los puestos de descenso a Segunda división.

En esta temporada los jugadores del Girona no tiene la sintonía futbolística de la campaña pasada y eso se ha visto reflejado en el terreno de juego en donde el estilo de juego ofensivo se ha resentido muchísimo, ya que no hay la misma coordinación que en tiempos pretéritos. Míchel, entrenador del Girona, no ha dado con la tecla en esta campaña, pero el club catalán mantiene la confianza plena en el técnico al cual no va a destituir a pesar de los malos resultados últimos.

La plantilla y los jugadores saben que está en sus manos que el Girona consiga el objetivo de obtener la permanencia en Primera división y es por ello que han hecho esta comida de conjura para intentar solucionar los problemas futbolísticos que les impide sumar victorias en la segunda vuelta de LaLiga.