Moleiro no cierra la puerta

Alberto Moleiro es uno de los nombres del mercado. Negada en un primer momento la oferta del Celta de Vigo por la presidenta del club celeste, y esperando una ofensiva del Villarreal, el futbolista se encuentra en estos momentos concentrado con la selección que entrena Santi Denia de cara a la Eurocopa sub 21, donde el habilidoso futbolista está llamado a ser una de las piezas claves de un conjunto que afronta el torneo con el cartel de favorito, sobre todo después de la victoria conseguida en los Juegos Olímpicos de París el pasado verano. No obstante, todo este movimiento acerca de Moleiro no pasa inadvertido para nadie, y en una entrevista con La Razón, el ‘10’ de la UD Las Palmas ha tenido que enfrentarse a varias preguntas sobre su futuro.

En primer lugar, Moleiro ha explicado las causas por las que en enero decidió tomar la atractiva; en lo económico, oferta procedente de Arabia Saudí a pesar de la situación de incertidumbre en el club de su vida, Las Palmas. “En ese momento, yo quería otras cosas. Quería ayudar al equipo donde estaba, que nos estábamos jugando la permanencia. Yo quería quedarme en Las Palmas, pasara lo que pasara. Al final no pudo ser la salvación, pero yo en ese momento lo que quería era quedarme en el club y nada más”. El club en concreto era el campeón saudí; Al-Hilal, quien trasladó a Miguel Ángel Ramírez una oferta de alrededor de 20 millones de euros. Sin embargo, tal y como ha desglosado Moleiro, el futbolista abogó por no tomar un camino que por ejemplo, sí emprendió Gabri Veiga, sirviéndole en este caso al futbolista gallego para contabilizar una buena ristra de millones en su cuenta corriente y volver a su vez al fútbol europeo con una edad más que interesante, en este caso, al FC Porto.

Pero si hay un tema que preocupa y mucho a Las Palmas es el futuro más inmediato del jugador. Tal y como hemos venido contando en ESTADIO Deportivo, el futbolista está ‘engolosinado’ con la idea de jugar en Villarreal, aunque el Submarino está ahora más pendiente de otras cuestiones como cerrar la venta de Baena al Atlético de Madrid. Al ser cuestionado sobre si aquellas lágrimas en el césped del Gran Canario en su último partido; antes del descenso, tenían sabor a despedida, el jugador no ha querido cerrar del todo la puerta: “Al final, las lágrimas fueron por la impotencia de no poder ayudar más al equipo, de rabia porque no salieron las cosas. Y cuando me senté solo en el banquillo, también buscaba un momento de tranquilidad y de paz, un poco de silencio para asimilar lo que había pasado y recordar todos los momentos que había vivido ahí. Yo ahora mismo no sé lo que va a pasar, estoy centrado en el Europeo y nada más que eso. No fue por una despedida ni nada de eso, simplemente por impotencia de no poder ayudar más al equipo y por el descenso, que a todos nos duele”.

Se esperan semanas movidas en el futuro de Moleiro, quien a pesar de estar “ahora mismo 100% en el Europeo”, es consciente de las noticias que están por llegar próximamente.