Sara Portillo Maya11 min lecturaDespués de que se diera a conocer que los inspectores de la UEFA recomiendan que no se admita la inscripción de lo rojillo en la Conference League de la temporada 2023-24 no paran de emitirse comunicados. Hay una especie de fuego cruzado de comunicados entre Osasuna y RFEF. Primero fue Osasuna, quien quiso expresar su intención de recurrir al Comité de Apelación y de ir a hasta el final para luchar con sus derechos. Además de ello, realizó una especie de ataque a la Real Federación Española de Fútbol por su silencio ante la situación. No se demoró demasiado la respuesta de la RFEF, que a su vez tuvo otro contundente comunicado del club “al ataque de la RFEF a Osasuna”, queda titulado.
El ente federativo refirió lo siguiente: “El comunicado -de Osasuna- también obvia intencionadamente que la RFEF no actuó en ningún momento en este procedimiento como acusación particular porque entendió y defendió en todo momento la necesidad de preservar la inocencia del club y no siguió la estrategia de denuncias de otras instituciones a los que ahora intencionadamente los autores del comunicado ni los mencionan”.
Después de eso, Osasuna publicó en sus redes sociales otro comunicado en el que reflejó que se siente atacado por parte de la RFEF en su propio título. En el texto publicado en su web y difundido además en redes sociales puede leerse: “El posicionamiento público de la RFEF y de su presidente en relación al expediente abierto a Osasuna contrasta con el mantenido con otro club adscrito a su federación al que no ha tenido problema en defender públicamente en los medios de comunicación, pese a que la investigación disciplinaria de la UEFA ya estaba en curso”.
La RFEF expresó en su comunicado que es de “una gravedad extrema querer hacer creer a su digna y magnífica afición que la RFEF no ha apoyado o no apoya a su club”. Y a eso, CA Osasuna ha referido que es “un ejercicio de cinismo por el que debería pedir perdón a una afición que, además de soportar el dolor de la injusticia, ahora tiene que asistir a un ataque a su club de quien no le ha tendido la mano en este proceso”. “Un ataque que, ante la falta de argumentos y verdades, intenta enfangar el terreno aludiendo a disputas con otras instituciones que ni vienen al caso ni interesan lo más mínimo al Club Atlético Osasuna en este momento”, puede leerse.
Ante el comunicado que acaba de publicar el CA Osasuna en relación con la propuesta elaborada por los inspectores de la UEFA que es elevada al Comité de Apelación para que adopte las medidas que proceda en derecho, esta RFEF quiere comunicar que es una infamia, una falta de respeto y una actuación muy grave que el club pretenda implicar a la RFEF en este asunto, curiosamente dejando de lado, siempre de manera sutil, el origen de las denuncias, y es de una gravedad extrema querer hacer creer a su digna y magnífica afición que la RFEF no ha apoyado o no apoya a su club, refiriéndose en esa visión acusatoria única y exclusivamente a la RFEF y obviando, como siempre, a otras entidades, instituciones y representantes de instituciones que asesoraron en el pasado precisamente sobre este tema a los directivos inculpados y al propio club, asegurándoles que nunca sería sancionado.
El comunicado también obvia intencionadamente que la RFEF no actuó en ningún momento en este procedimiento como acusación particular porque entendió y defendió en todo momento la necesidad de preservar la inocencia del club y no siguió la estrategia de denuncias de otras instituciones a los que ahora intencionadamente los autores del comunicado ni los mencionan.
Estamos acostumbrados a este tipo de actuaciones de personas que obran al dictado de sus superiores. La RFEF actuó, ha actuado y seguirá actuando defendiendo los intereses del club y de la afición en todo momento y ha respaldado la tesis del CA Osasuna, como podrá acreditar de manera indubitada cuando corresponda y, cuando lo haga, espera que los autores de este comunicado y sus inductores pidan perdón públicamente a la RFEF.
A última hora de esta tarde, la RFEF ha tenido a bien pronunciarse públicamente por primera vez en relación al expediente abierto por la UEFA al Club Atlético Osasuna, el cual ha concluido hoy con la declaración por parte de los inspectores de la “inelegibilidad del club para participar en la UEFA Conference League 2023-2024”.
Este comunicado no llegó después de que el 7 de junio, el mismo día en el que se tuvo conocimiento de la apertura de la investigación, un medio de comunicación aseverase con rotundidad que Osasuna sería excluido de la competición europea. No llegó pese a que el club lo solicitó primero, verbalmente, y posteriormente de manera formal a través de una carta dirigida por el director general de Osasuna, Fran Canal, al presidente de la RFEF, Luis Rubiales: “Respeto tu decisión de ser “neutral” en virtud de tu cargo como vicepresidente de UEFA, pero me apena especialmente que no haya habido censura alguna por parte del presidente de la RFEF o del vicepresidente de la UEFA sobre las informaciones publicadas en prensa que aseguran, sin el menor atisbo de duda, que Osasuna será excluido de las competiciones europeas por una investigación que apenas ha comenzado y en la que todavía no hemos tenido ocasión ni de ser escuchados. Creo que se trata de un asunto lo suficientemente serio como para que el presidente de la RFEF defienda a uno de los principales clubes del fútbol español y para que el vicepresidente de la UEFA defienda la presunción de neutralidad del máximo organismo del fútbol europeo. Es por todo ello que te solicito formalmente que me traslades cuál va a ser el posicionamiento de la RFEF acerca de la investigación iniciada por UEFA y si la RFEF considera, como así lo entendíamos hasta ahora al figurar la firma y el sello de la RFEF en todos nuestros documentos de participación en competiciones UEFA, que el Club Atlético Osasuna cumple todos los requisitos para poder formar parte en la próxima UEFA Conference League”.
La respuesta de Luis Rubiales a esa petición, también en forma de carta, fue la siguiente: “Lo que no se puede es pedirle al presidente de la RFEF que intervenga pública o privadamente en un tema que está sujeto a una decisión de un órgano disciplinario que todos deberíamos entender y respetar en cuanto a su actuación independiente y justa con base a la normativa de UEFA. Las más elementales normas de buena gobernanza nos obligan a aceptar la autonomía de estos órganos y la imposibilidad por mi parte de actuar en ningún sentido”. Una misiva con referencias innecesarias, ya que Osasuna no le había pedido intervención alguna en la investigación, y que no respondía a la petición concreta formulada por la entidad.
En cualquier caso, el posicionamiento público de la RFEF y de su presidente en relación al expediente abierto a Osasuna contrasta con el mantenido con otro club adscrito a su federación al que no ha tenido problema en defender públicamente en los medios de comunicación, pese a que la investigación disciplinaria de la UEFA ya estaba en curso.
Un club perteneciente a una comunidad en la que algunos de sus medios de comunicación han contado con información de primera mano del expediente a Osasuna. Informaciones que han contribuido a construir un relato que sacrificaba al débil para favorecer al fuerte y que llegaban minutos después de las comunicaciones de UEFA realizadas directamente al equipo jurídico del Club y en el que la RFEF era la única institución ‘en copia’.
Aún con todo ello, la RFEF, entre otras expresiones tan altisonantes como vacías, se atreve en su comunicado a calificar de “una gravedad extrema querer hacer creer a su digna y magnífica afición que la RFEF no ha apoyado o no apoya a su club”. Un ejercicio de cinismo por el que debería pedir perdón a una afición que, además de soportar el dolor de la injustica, ahora tiene que asistir a un ataque a su club de quien no le ha tendido la mano en este proceso. Un ataque que, ante la falta de argumentos y verdades, intenta enfangar el terreno aludiendo a disputas con otras instituciones que ni vienen al caso ni interesan lo más mínimo al Club Atlético Osasuna en este momento.