Iker Benito pasa por quirófano y el Osasuna lamenta otra lesión en su centro del campo
El Osasuna confirma la operación con éxito de Iker Benito tras romperse el ligamento cruzado anterior ante el Sant Jordi. El extremo afrontará varios meses de recuperación. Además, Lucas Torró sufrió una torcedura de tobillo en el Tartiere y queda pendiente de pruebas, mientras que el regreso de Aimar Oroz supone la única noticia positiva para Alessio Lisci
La enfermería del Osasuna vuelve a llenarse en un momento clave de la temporada. La entidad rojilla comunicó este lunes la intervención quirúrgica de Iker Benito, lesionado el pasado 29 de octubre durante los minutos finales del choque copero ante el Sant Jordi, resuelto con un contundente 0-5. Las pruebas médicas confirmaron la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, lesión grave que obligaba inevitablemente al paso por el quirófano.
La operación, realizada en la Clínica Universidad de Navarra, consistió en una plastia del cruzado anterior acompañada de una sutura meniscal. Según el parte médico, la intervención se desarrolló sin incidencias y el futbolista recibirá el alta en las próximas horas, siempre en función de cómo evolucione su articulación. A partir de ahí, comenzará un largo proceso de rehabilitación, que en este tipo de lesiones puede prolongarse durante varios meses.
Un contratiempo anunciado
La baja de Benito supone un nuevo quebradero de cabeza para Alessio Lisci. El técnico pierde a uno de sus extremos más verticales justo cuando comenzaba a encadenar minutos y sensaciones. Aunque en el Osasuna reina el optimismo por el éxito quirúrgico, nadie en Tajonar se atreve a marcar un plazo concreto para su reaparición. La prioridad es evitar recaídas y fortalecer la rodilla con una progresión cautelosa.
La situación se agrava si se tiene en cuenta que el equipo acumula varias semanas compitiendo con una plantilla corta en posiciones ofensivas. La gestión de cargas, además, será determinante antes del parón navideño.
Más problemas en el centro del campo
A la lesión de Benito se sumó este lunes la de Lucas Torró. El mediocentro alicantino partió como titular ante el Real Oviedo, pero apenas pudo disputar diecisiete minutos. Un mal apoyo tras un salto provocó una torcedura de tobillo que le obligó a abandonar el césped, pese a recibir atención y tratar de continuar unos instantes.
Ahora, Torró queda pendiente de pruebas médicas complementarias que determinarán el alcance exacto de su dolencia. El Osasuna teme perderle durante varias jornadas, una ausencia sensible teniendo en cuenta su peso táctico en el centro del campo. Su sustitución dio entrada a Iker Muñoz, que completó un partido serio, aunque evidenció la importancia del alicantino en labores de equilibrio.
El regreso más esperado
No todo fueron lamentos en el Carlos Tartiere. Aimar Oroz, una de las grandes esperanzas rojillas, volvió a disputar minutos tras superar sus molestias físicas. Alessio Lisci no ocultó su satisfacción en sala de prensa: “Aimar es fundamental para nosotros porque es un jugador de un nivel técnico superior, un jugador que sabe girarse entre líneas, y no tenemos mucho de ese perfil. Es una vuelta muy importante para nosotros. A ver si se pone rápido en forma y podemos contar con él por más minutos”.