Osasuna busca soluciones urgentes a su falta de gol lejos de El Sadar

El conjunto de Alessio Lisci afronta su octava salida del curso marcado por una cifra alarmante: solo un gol en siete partidos a domicilio. La visita al Mallorca llega con la necesidad de frenar una racha que compromete su trayectoria

Osasuna busca soluciones urgentes a su falta de gol lejos de El Sadar
Osasuna busca soluciones urgentes a su falta de gol lejos de El Sadar - Cordon Press

Osasuna encara el fin de semana con un problema evidente en sus partidos lejos de casa. El equipo dirigido por Alessio Lisci solo ha sido capaz de marcar un tanto en las siete salidas disputadas hasta el momento, un registro que explica la dificultad para competir como visitante. La situación empuja a los rojillos a buscar una reacción inmediata ante el Mallorca, rival que conocen bien y que espera en Son Moix en plena pelea por consolidar resultados.

El desplazamiento se pondrá en marcha el viernes, con la expedición rojilla viajando para medirse a un equipo que dirige Jagoba Arrasate. Para el técnico rival, una figura muy reconocida en Navarra, será un reencuentro con un grupo que llega con los puestos de descenso cerca y con la sensación de que cada partido lejos de casa exige un esfuerzo extra. El reto para Osasuna pasa por convertir las acciones ofensivas en algo más productivo que lo visto en los anteriores desplazamientos.

La situación se complica además por la incógnita sobre Ante Budimir. El delantero, que conoce Son Moix por su pasado en el Mallorca, sigue sin recuperarse de la lesión muscular que le ha mantenido fuera en las últimas semanas. Con su presencia aún en duda, la octava salida del curso llega para el equipo con una misión clara: sumar tres puntos que pasan por encontrar, al menos, un gol.

Un único tanto fuera de casa desde septiembre

El último gol de Osasuna lejos de El Sadar se remonta al 20 de septiembre. Fue ante el Villarreal, cuando Budimir hizo el 0-1 desde los once metros en el tiempo añadido de la primera mitad. Aquel tanto no sirvió para puntuar porque el Villarreal remontó el encuentro en el minuto 85, pero marcó la última ocasión en la que el equipo consiguió anotar como visitante.

Desde entonces, los rojillos encadenan 405 minutos sin lograr ver puerta lejos de casa. La cifra refleja una sequía que se combina con una producción ofensiva limitada. Los disparos entre los tres palos son un recurso escaso en los partidos a domicilio, algo que condiciona el rendimiento del equipo en cada salida.

En la primera jornada, ante el Real Madrid, Osasuna no logró realizar ningún disparo a portería. En Barcelona frente al Espanyol fueron tres; en Villarreal otros tres; contra el Betis uno; y ante el Atlético de Madrid dos. La visita a Oviedo permitió sumar el primer punto de la temporada fuera de casa, en un partido en el que el equipo consiguió cinco disparos a portería. Tres semanas atrás, en Sevilla, las ocasiones con verdadero peligro quedaron de nuevo en tres remates entre los tres palos.

Esa producción limitada ayuda a explicar el registro de goles del equipo en el campeonato. Entre los veinte participantes, solo el Oviedo marca menos, con siete tantos, por los diez que ha conseguido Osasuna hasta ahora.

Objetivos inmediatos en ataque y defensa

La necesidad de modificar hábitos se ha convertido en una prioridad para Osasuna. Con el balance actual, los partidos lejos de Pamplona obligan a un cambio de enfoque que permita al equipo ser más ambicioso en campo contrario. La contundencia ofensiva se ha convertido en la gran asignatura pendiente, y el cuerpo técnico pretende que la plantilla afronte las salidas con un plan más eficaz para generar ocasiones claras.

A esa necesidad se suma la de ofrecer una mayor solidez defensiva. Osasuna ha encajado en todos sus partidos a domicilio salvo en la visita a Oviedo, un dato que agrava la dificultad para puntuar lejos de su estadio. La combinación de escasa producción ofensiva y goles encajados se ha repetido en demasiadas jornadas y exige una respuesta inmediata para evitar que la situación se complique.

La visita a Mallorca llega en un momento en el que cada detalle cuenta. Con la clasificación ajustada y la presión aumentando, el equipo necesita traducir su esfuerzo en resultados. El reto pasa por romper la sequía, sostenerse defensivamente y transformar los desplazamientos en oportunidades reales de sumar puntos.