LaLiga realiza cambios en su normativa económica en busca de equilibrar fichajes y sostenibilidad financiera
LaLiga ha aprobado un amplio paquete de cambios en su normativa económica que entrará en vigor desde el mercado de invierno. Las nuevas reglas buscan estimular la actividad en los mercados de fichajes sin comprometer la estabilidad financiera de los clubes, reforzando el control sobre ingresos, salarios y planificación presupuestaria

El fútbol profesional español afronta una nueva etapa en materia de control económico. LaLiga ha dado luz verde a una serie de modificaciones en sus ‘Normas de Elaboración de Presupuestos y Control Económico’ que comenzarán a aplicarse de forma progresiva desde el próximo mercado invernal y se ampliarán en las siguientes temporadas. Desde la propia patronal definen este marco regulador como “un código vivo”, una herramienta flexible que se irá ajustando a la realidad cambiante del mercado, pero siempre bajo el principio de sostenibilidad financiera.
Las nuevas normas nacen con una doble intención. Por un lado, evitar prácticas que puedan poner en riesgo la estabilidad de los clubes a medio y largo plazo. Por otro, ofrecer cierto margen de maniobra para que las entidades no vean bloqueada su actividad deportiva en momentos clave de la temporada. El equilibrio entre control y flexibilidad vuelve a situarse en el centro del debate económico del fútbol español.
Uno de los pilares de esta reforma es el refuerzo del control sobre los ingresos que los clubes declaran en sus presupuestos. LaLiga quiere asegurarse de que las cifras reflejen dinero real y no compromisos futuros difíciles de garantizar. Para ello, se introducen nuevos filtros que afectan directamente a patrocinios, operaciones comerciales y cobros aplazados.
Mayor vigilancia sobre ingresos y patrocinios
Entre las normas más relevantes figura la modificación del artículo 31.9, que obliga a que los patrocinios firmados por los clubes se cobren dentro de la misma temporada para que puedan computar en el límite de coste de plantilla. De esta forma, se elimina la posibilidad de inflar presupuestos con ingresos que no se perciben de inmediato.
Además, LaLiga podrá exigir informes de solvencia cuando el porcentaje de cobro efectivo de una operación sea inferior al 75%. Si el ingreso alcanza o supera ese umbral, se considerará válido siempre que la operación tenga lógica económica. El objetivo es reducir el llamado 'efecto rebote', que se produce cuando los ingresos previstos no llegan a materializarse y generan un desequilibrio en ejercicios posteriores.
Flexibilidad puntual para renovaciones y planificación
Junto al refuerzo del control, la normativa introduce mecanismos para facilitar determinadas operaciones. El nuevo artículo 103 permite a los clubes renovar a un jugador por una temporada sin estar sujetos a los requisitos habituales del control económico. Esta especie de comodín solo puede utilizarse con un futbolista y siempre que su salario no supere el 8% del ‘Límite de Coste de Plantilla Deportiva’.
Otra novedad importante es la posibilidad de reservar los ingresos obtenidos por una venta en el mercado de invierno para utilizarlos en la ventana estival. Hasta ahora, los clubes se veían obligados a reinvertir ese dinero en la misma temporada, lo que en ocasiones impedía aprovechar oportunidades estratégicas.

Cantera, veteranos y apoyo a Segunda división
Pensando en el medio plazo, LaLiga también ha introducido cambios estructurales. A partir de la temporada 2026/27, los clubes podrán destinar hasta 2 millones de euros a cantera o fútbol femenino sin que ese gasto compute en el límite salarial, siempre que sea aportado por el accionista. Se trata de una medida orientada a reforzar la base del fútbol español.
En el otro extremo, los jugadores veteranos también se benefician de la reforma. Futbolistas mayores de 36 años, 38 en el caso de los porteros, podrán reducir su salario para prolongar su carrera, siempre que la rebaja no sea excesiva. Finalmente, los clubes de Segunda división verán ampliado el margen de inversión ligado a ampliaciones de capital, con un tope de hasta 6 millones de euros. Un conjunto de ajustes que busca modernizar el sistema, adaptarlo a las necesidades reales de los clubes y mantener el modelo de sostenibilidad que LaLiga defiende como seña de identidad.