Osasuna 2-0 Levante: Un arreón que vale tres puntos

Osasuna se aleja del barro a costa del Levante gracias a un gran primer tramo de partido. Rubén García, MVP de la noche con un gol (con algo de fortuna) y una asistencia

Osasuna 2-0 Levante: Un arreón que vale tres puntos
Osasuna consigue 3 puntos vitales ante el Levante - Cordon Press
Osasuna

Osasuna

Finalizado2 - 0

Levante

Levante
GolVíctor Muñoz13' GolRubén García36'

Rubén García devuelve la alegría a Osasuna. En un momento complicado para los rojillos, el extremo se convirtió en la referencia del equipo con un gol y una asistencia. El 2-0 en El Sadar supone más que tres puntos: simboliza un respiro para un equipo que caminaba al borde del abismo. Enfrente, el Levante confirmó su caída libre también de la mano de Álvaro del Moral, sin capacidad de reacción y hundido en la última plaza.

Rubén García enciende El Sadar y Osasuna firma su mejor arranque en semanas

Osasuna salió al césped con una urgencia que se palpaba desde la primera jugada. Antes de que el cronómetro marcara un minuto, Moncayola ya había puesto en aprietos a los granotas. Matturro evitó el 1-0 con una intervención salvadora. La presión rojilla fue asfixiante y el Levante apenas podía superar la divisoria. El gol era cuestión de tiempo y llegó en el minuto 13. Rubén García templó un centro perfecto desde la derecha y Víctor Muñoz apareció con inteligencia para cabecear al segundo palo.

El tanto no relajó a Osasuna, aunque sí espabiló al Levante, que encontró en Kervin Arriaga una brújula para estirarse. Sergio Herrera sostuvo a los suyos con dos intervenciones magníficas ante un disparo del propio Arriaga y un remate de Iván Romero que parecía gol. Tras ese breve temblor, Osasuna volvió a crecer. Y ahí emergió otra vez Rubén García, que recogió un balón en la frontal y soltó un zurdazo que se desvió en Brugué antes de convertirse en el 2-0. Un golpe demoledor justo cuando los visitantes buscaban asentarse.

El Levante reacciona tarde y Osasuna aprende a sufrir para cerrar el triunfo

Tras el descanso, Ryan sostuvo al Levante con una colección de paradas que evitaron una goleada. Desvió un tiro ajustado de Víctor Muñoz, sacó otra mano extraordinaria ante Budimir y mantuvo vivo a un equipo que, aun así, no encontraba continuidad en campo rival. La ocasión más clara llegó en el minuto 72, cuando Iker Losada encaró portería tras una transición perfecta. Boyomo apareció providencial para despejar en la línea y cortar lo que habría sido un final lleno de angustia.

Osasuna, desgastado por el ritmo y por los problemas físicos que obligaron a retirar a Torró y Aimar Oroz, se refugió en el corazón del equipo. Cerró líneas, gestionó los tiempos y cuidó cada balón dividido con una determinación que no había mostrado en semanas. El final fue un ejercicio de resistencia que devolvió al equipo una sensación casi olvidada: la de controlar un partido de principio a fin.

Rubén García terminó ovacionado por un estadio que agradeció su aactuación. Osasuna se levanta. El Levante, colista, sigue cayendo sin freno.