Erling Haaland sigue siendo una opción

Erling Haaland podría salir el próximo verano. A pesar de renovar con el Manchester City hasta 2034, el noruego incluyó una cláusula cercana a los 200 millones que podría activar en 2026 o, como máximo, en 2027. El Real Madrid, muy atento a los movimientos del noruego, podría hacerse con el fichaje de un Haaland que se deja querer

Erling Haaland parece tener un futuro cada vez más alejado del Manchester City. El contrato del noruego con el conjunto inglés se extiende hasta 2034, pero su apoderada, Rafaela Pimienta, logró incluir una vía de escape cifrada en torno a los 200 millones de euros. Es una maniobra jurídica que ofrece al jugador una herramienta crucial para decidir el próximo movimiento de su carrera. En Madrid lo saben y se mantienen atentos, conscientes de que este escenario nunca había estado tan abierto.

Según informa el periodista Tomás González-Martín, al noruego le gustaría vestir de blanco y ya habría marcado dos fechas posibles para salir de Inglaterra: el verano de 2026 o, a más tardar, el de 2027. Su renovación a principios de año escondía una estrategia clara: asegurar una cláusula liberatoria que le permita controlar su futuro.

Por parte del club blanco, Florentino Pérez no oculta su ambición por reunir a los mejores futbolistas del mundo, un mantra heredado de la filosofía de Santiago Bernabéu. Kylian Mbappé ya forma parte del proyecto, Jude Bellingham se ha consolidado como pieza total y Haaland sería el último engranaje para configurar un ataque de ensueño. La operación, sin embargo, no es sencilla.

La cláusula, punto clave

La existencia de esa cláusula es el centro de toda la historia. Pimienta, heredera de la cartera de Mino Raiola, considera imprescindible que sus representados conserven control sobre su destino. Haaland la tuvo desde el primer año en Manchester, incluso antes de renovar. Ahora, con la activación contemplada a medio plazo, el jugador podría presionar para salir, al igual que pasó con las llegada de Mbappé y Bellingham.

Desde Inglaterra, el Manchester City confía en retenerlo, pero sabe que la herramienta legal existe. Y cuando un futbolista de este calibre está predispuesto a salir, el margen de maniobra se estrecha, perdiendo poder de negociación.

El factor Vinícius

Uno de los elementos secundarios, pero con potencial para marcar las negociaciones, es la situación contractual de Vinícius Júnior. El brasileño termina contrato en 2027 y su renovación está encallada por motivos salariales. Exige estar en la escala económica de Mbappé, algo que el club considera inasumible sin dinamitar el equilibrio del vestuario. Además, su entorno deja caer un escenario incómodo: marcharse libre para cobrar una prima astronómica.

En este contexto, el Real Madrid contempla una posible venta en 2026 si la negociación no avanza. Las estimaciones apuntan a que los clubes pretendientes del brasileño serían capaces de alcanzar, incluso, los 200 millones de euros, una cifra que solventaría el fichaje de Haaland sin comprometer masa salarial a largo plazo.

Un ataque sobrepoblado de estrellas

Una duda recurrente es si Haaland, Mbappé y, un supuesto Vinícius, pueden compartir once. Desde Valdebebas la respuesta es clara: sí. De hecho, consideran que el noruego complementaría los movimientos interiores del francés y la verticalidad del brasileño. Otra cosa es la plantilla: para asumir un salario de estrella mundial, habrá salidas.

El Real Madrid, para liberar masa salarial y hacer frente a la ficha del noruego, ya prepara el fin de ciclo de algunos veteranos, donde David Alaba y Antonio Rüdiger serían los primeros jugadores en abandonar el club.

Un verano lleno de decisiones

La operación Haaland tiene tres pilares: cláusula ejecutable, deseo del jugador y músculo financiero previo. El Real Madrid estudia cómo adelgazar la masa salarial antes de mover ficha. Si la ventana se abre, será Florentino quien decida cuándo apretar.

Como ya ocurrió con Mbappé y Bellingham, la voluntad del jugador será decisiva. Y el delantero nórdico ya ha señalado su destino. El reloj ha comenzado a correr. El próximo verano, o en 2027, la corona madridista podría encontrar su último diamante.