La niña a la que le 'robaron' la camiseta de Vinicius recibe un regalo más especial

Hay muchos coleccionistas de camisetas y, luego, están los fans auténticos que se llevan horas e incluso días elaborando una pancarta en homenaje a sus ídolos para que estos le dediquen, al menos, una mirada durante el partido. Y el episodio ocurrido el pasado sábado en el Santiago Bernabéu al terminar el partido entre el Real Madrid y el Valencia (5-1) tiene que ver con esto.

El atacante Vinicius Jr. volvió a ser protagonista dentro del terreno de juego, marcándose una actuación sobresaliente, y también a la hora de abandonarlo. Cuando concluyó el partido y tras ver cómo una chica lloraba desconsoladamente para que leyese su cartel, el brasileño fue directo a ella para regalarle su camiseta.

Sin embargo, entre las prisas suyas y las órdenes de la seguridad del estadio, el jugador no se quedó a ver si su presente acababa en las manos de la destinataria elegida, teniendo la mala fortuna que la camiseta cayó el suelo y no en la grada. Y cuando el agente de seguridad fue a entregársela a la niña, un individuo la cogió de forma repentina y se negó a soltarla. Tanto, que se marchó con ella del estadio mientras la joven y los familiares de la misma no daban crédito con la educación y la poca vergüenza de dicha persona.

Y aunque las redes sociales son criticadas por muchos por el daño que hacen en la sociedad, también hay que reconocer que permiten que historias como estas tengan un final feliz. El vídeo de lo acontecido se hizo viral al día siguiente y, como consecuencia, tanto el brasileño como el Real Madrid ya se han puesto manos a la obra para remediarlo.

El jugador, de momento, ha sacado otro vídeo en el que manda un mensaje a la pequeña Adriana, de 9 años, asegurándole otra camiseta: "Hola Adriana, soy Vini, perdona por lo ocurrido en el partido. Aquí tengo la camiseta, la voy a firmar para ti. Nos vemos en breve y nos sacamos una foto juntos. Chao, cuídate", apunta el delantero.

Sin duda, no es la primera vez que pasa esto. Y aunque algunos profesionales sí que se preocupan por ver quién coge su recuerdo si tenían un destinatario elegido y hasta que no le llega a quien deseaban no lo pierden de vista por si tienen que mediar, la mayoría acaban marchándose rápido y provocan incidentes como este. En otras ocasiones se llegan a ver auténticas avalanchas por hacerse con semejante obsequio. A partir de ahora, los futbolistas deberán supervisar más sus regalos si no quieren que, al final, les cueste el 'doble'.