Fernando Ruiz3 min lecturaUmar Sadiq disfruta de unas merecidas vacaciones en su Kaduna natal a la espera de volver a principios de julio para comenzar la pretemporada con la Real Sociedad. A priori, todo hace indicar que será un mero formalismo pues la situación de Sadiq en San Sebastián parece bastante clara desde hace meses. Todas la partes entienden que su fichaje por el equipo txuri urdin no ha funcionado y tras cinco meses muy productivos en Valencia, es el verano idóneo para buscar una salida definitiva que sea buena para todas las partes.
Descartada también su continuidad en el Valencia, que no ejercerá la opción de compra de 9,5 millones de euros que tenía acordada con la Real Sociedad en su cesión desde el pasado mes de enero, ahora tocará valorar todas las opciones que se presenten ante el nigeriano. A buen seguro que no faltará alguna del fútbol saudí o qatarí, que ya tanteó al delantero meses atrás, sin embargo, por la cabeza del futbolista no pasa de momento esa idea, prefiriendo agotar antes sus opciones en LaLiga y en Europa.
Se puede decir que Umar Sadiq ya ha hecho buena parte del trabajo para ello, ahora dependerá de la avidez de sus representantes, pero lo cierto y verdad es que con su cesión al Valencia, Sadiq ha logrado ponerse en valor de nuevo. Así, según la última actualización de Transfermarkt de sus valores de mercado, realizada este mismo lunes, el nigeriano ha logrado frenar una caída que parecía no tener fin desde hace dos años. En junio de 2023, Sadiq estaba tasado en 18 millones de euros (20 pagó la Real un año antes al Almería por él), un año más tarde, es decir, en junio del verano pasado, su valor ya había descendido hasta los 10 millones de euros, bajando hasta los cinco estas Navidades.
Ahora, con sus seis goles en 19 partidos como futbolista del Valencia, Sadiq ha conseguido parar esa sangría de millones y mantenerse, al menos, en los cinco, algo que no conseguía como decimos desde hace dos años. Con tres años de contrato todavía por delante, la intención de la Real Sociedad sigue siendo la de recuperar parte de la inversión o al menos la amortización de su fichaje, que está en torno a esos 9,5 millones de euros que el Valencia decidió no pagar. Si el conjunto guipuzcoano no rebaja sus pretensiones o ningún club llega a lo que piden, una cesión volvería a ser la única salida a su ostracismo en San Sebastián.