Así queda la clasificación de la Serie A, tras las remontadas de Milan e Inter en la jornada 28 de la liga italiana
El Milan se reencuentra con la victoria después de remontar un 2-0 en Lecce gracias a una brillante actuación de Pulisic. El Inter también gana levantando un marcador adverso inicial ante el Monza. Este domingo el Nápoles derrota a la Fiorentina y la Juve se desploma en casa con el Atalanta

La jornada 28 de la Serie A deja remontadas épicas de los equipos de Milán. Ambos ganaron sus respectivos encuentros ante Lecce y Monza. El Inter venció en casa mientras que los rossoneros sudaron tinta en el Stadio Via del Mare. Los de Sergio Conceiçao cortan una racha de tres derrotas consecutivas para reengancharse a la lucha europea. El Nápoles de Antonio Conte se deshace de la Fiorentina de De Gea en casa (2-1) y la Juventus se hunde en casa con el Atalanta (0-4). Este lunes se juega el choque entre Lazio y Udinese.
Los resultados de la jornada 28 en la Serie A
Lo más destacado de la jornada:
Lecce 2-3 Milan
En apenas once minutos, los que tardó en marcar tres goles entre el 69 y el 81, el Milan levantó un 2-0 en contra, ganó 2-3 al Lecce con un doblete de Christian Pulisic y espantó su crisis de resultados con una victoria balsámica. Sin margen para errores. Así se presentaron los hombres de Sergio Conceiçao al Stadio Via del Mare para salir de una situación más que comprometida tras encadenar una racha de resultados pésima: tres derrotas seguidas en la Serie A y una eliminación inesperada frente al Feyenoord en los dieciseisavos de final de la UEFA Champions League.
Además, Conceiçao, por segundo encuentro consecutivo, dejó en el banquillo a Joao Félix. El idilio con el Milan del atacante portugués se diluyó tras sus primeras y esperanzadoras apariciones. El partido comenzó con un tanto a los 49 segundos de Santiago Giménez. Su celebración, rezando sobre el césped, fue interrumpida por el VAR, que avisó al árbitro para anular el gol del mexicano por fuera de juego.
La realidad es que el Milan no salió mal al partido. De hecho, durante toda la primera parte se apuntó al duelo de ida y vuelta que propuso el Lecce con cierta vistosidad. No le faltó ni verticalidad ni oportunidades, pero todas se fueron al limbo. Incluso dio de nuevo en la diana, al cuarto de hora, pero otra vez el VAR, con Matteo Gabbia como víctima, hizo acto de presencia para decretar otro fuera de juego del cuadro de Conceiçao.
Enfrente, el Lecce, exprimió casi al máximo sus oportunidades. Y en una de ellas, a los seis minutos, Nikola Krstovic, con un zapatazo impresionante desde fuera del área, dio en la diana para abrir el marcador. Después aún tendría otra oportunidad clarísima que estrelló contra el palo y que permitió al Milan llegar con vida a la segunda parte.
Conceiçao salió del vestuario con Leao en la búsqueda del acierto que le faltó a su equipo en el acto inicial. El Milan lució un arranque brillante con un disparo al palo de Giménez y que sufrió un parón con el segundo tanto de Krstovic.
El 2-0 parecía insalvable y Conceiçao reaccionó con la entrada de Joao Félix. El portugués, con fortuna, fue el revulsivo que inició la remontada. Suyo fue un remate terrible, desviado cuando tenía todo a favor para marcar y que con suerte rebotó en el cuerpo de Antonino Gallo. El defensa del Lecce no pudo evitar el tanto en propia meta y el Milan olió la sangre.
Sobre todo Pulisic, que se erigió como el salvador de un equipo que estaba en la lona y que en once minutos, desde el gol de Gallo en el 69, obró el milagro: primero, con un tanto de penalti que él mismo provocó; y, segundo, con otro gol del jugador estadounidense tras un centro excepcional centro de Leao desde la banda izquierda.

El Milan tenía que aguantar nueve minutos para llevarse un premio inesperado. Lo consiguió, porque el Lecce estaba hundido. Rozó la gloria y bajó a los infiernos por culpa de once minutos de inspiración de un equipo que espantó una crisis gracias a una victoria ajustada que curó las heridas de sus últimas desgracias. El Milan, sueña con Europa. Algo es algo.
Inter 3-2 Monza
Un cabezazo de Laurato Martínez que desvió el griego Georgios Kyriakopoulos y al que no llegó a tiempo el meta Stefano Turati, que sacó la pelota una vez rebasada la línea de gol tal y como subrayó la tecnología, consumó la remontada del Inter ante el colista, el Monza (3-2), que llegó a tener una ventaja de dos goles. El líder que pone así cerco al primer lugar de la Serie A que también pretende el Nápoles.
Sufrió mucho más de lo esperado el conjunto de Simone Inzaghi para asentar su dominio en la clasificación. Tenía pinta de trámite la visita al Giuseppe Meazza del Monza, colista y casi desahuciado, a diez puntos de la salvación, en una semana redonda para el conjunto de Simone Inzaghi, que dejó encarrilada el martes su clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones tras ganar en Róterdam al Feyenoord.

Pero necesitó dar lo mejor de sí mismo el cuadro nerazzurri, que se encontró con dos goles en contra y exigido. Dominador, no aprovechó sus ocasiones al principio y el conjunto de Alessandro Nesta dio un recital al contraataque.
La racha sin perder se tambaleó para el Inter, que después de las oportunidades de Marko Arnautovic, Lautaro y Hakan Calhanoglu se encontró con un bofetón del Monza en una contra de primer nivel. Una pared rápida entre Dany Mota y Samuele Birindelli que culminó con un tiro raso dentro del área imposible para el meta español Josep Martínez.
Denzel Dumbries y Alessandro Bastoni tuvieron el empate, pero salió al paso Turati para neutralizar las oportunidades locales. Después, llegó el golazo del español Keita Balde. En otra contra. Tras recibir la pelota de Dany Mota. Balde se hizo el espacio, buscó ángulo y desde la frontal ejecutó un potente disparo, con efecto, que superó por una escuadra al español Martínez. Era el minuto 44.
Fue clave y determinante el tiempo añadido de la primera parte para el conjunto nerazzurri. Le dio mucho porque en el tercer minuto de la prolongación antes del intermedio acortó distancias. Un centro que cabeceó Dumfries al área pequeña. Arnautovic, en boca de gol, batió por primera vez al Monza y elevó la fe local hacia la remontada.
Inzaghi no esperó y en el intermedio hizo dos cambios determinantes, atrevidos y ofensivos. Sacó al campo a Yann Aurel Bisseck y Carlos Augusto. Ambos participaron en los otros goles. Retiró a Benjamin Pavard y Stefan De Vrij. El empate llegó en el minuto 64, cuando Bisseck dio la pelota a Hakan Calhanoglu que, desde fuera del área, batió a Stefano Turati con un tiro raso pegado al palo derecho.
Después saltó al campo Marcus Thuram. Balones al área, aéreos, sin disimulo. Pero fue con un tiro con el pie izquierdo como pudo marcar, aunque el empate llegó después, en el 77, en un centro de Carlos Augusto desde la izquierda y un cabezazo de Lautaro Martínez en el área pequeña que tocó en el zaguero Kyriakopoulos. Turati lo sacó pero el balón rebasó la línea de gol tal y como detectó la tecnología. Subió al marcador.
El Inter, que pudo sentenciar después con un tiro al palo de Thuram, obró la remontada. Se asienta en el liderato, con cuatro puntos de renta respecto al Nápoles, que el domingo recibe al Fiorentina, mientras que el Monza, de vacío, se acerca a la Serie B.