André Silva explica ahora el pique con Caparrós que arruinó sus sueños en el Sevilla

Han pasado ya seis años desde que André Silva dejó de ser futbolista del Sevilla FC. El delantero portugués llegó cedido en la temporada 18/19, con una opción de compra de 28 millones de euros que, a pesar de ser muy elevada, el club nervionense estuvo a punto de ejecutar muchos meses antes del vencimiento -incluso habían pactado ya una cláusula altísima para blindarle-. No era para menos. Arrancó de manera espectacular, con un 'hat-trick' en su debut ante el Rayo Vallecano. Luego, el globo se desinfló por culpa de unos interminables problemas físicos 'de origen desconocido', tal y como le recriminó públicamente Joaquín Caparrós poniendo en duda su dolor. El utrerano, como ha sucedido esta 24/25, terminó aquel curso como entrenador interino (por Pablo Machín); con el añadido de que lo había comenzado como director deportivo y había sido el encargado de fichar al internacional luso, que mucho tiempo después ha repasado aquella polémica y ha vuelto a defender su pleno compromiso en todos los clubes en los que ha militado.

Recordando aquella segunda vuelta en la que apenas se le vio en acción, uno se sorprende al repasar sus números y ver que, a pesar de que sólo sumó cinco encuentros oficiales en los tres meses de temporada, André Silva acabó con una considerable cifra de 11 goles y 39 encuentros (32 de titular). Al lado de los delanteros que han llegado en los últimos dos años con Víctor Orta, su hoja de servicio resulta hasta envidiable. En aquella 18/19 corrían tiempos muy distintos. El de Gondomar, que desde entonces no dejado de ser un nómada (Eintracht Frankfurt, RB Leipzig, Real Sociedad y Werder Bremen) ha concedido una extensa entrevista al diario AS en la que ha repasado aquel pique con Caparrós que frustró la aventura en Nervión del héroe de la última victoria del Sevilla FC ante el Real Madrid en la Bombonera.

André Silva admite que tuvo muy poca relación con Caparrós

"Yo siempre había soñado con jugar en LaLiga. Estaba en el Milan, necesitaba buscar un nuevo reto y el Sevilla apareció. En aquella época estaba en Europa League, Machín confió mucho en mí y fue muy fácil decidirlo, porque el Sevilla FC es un club con muchos títulos y mucha calidad. Cuando llegué, las cosas empezaron a fluir de manera muy natural: Eso me permitió soltarme más", comienza recordando André Silva, quien destaca la ayuda de un compatriota para facilitarle la adaptación: "Daniel Carriço había levantado títulos en Sevilla y me ayudó bastante desde antes de llegar".

"Caparrós siempre ha sido una figura importante en el Sevilla. Siempre estaba ahí, representando los valores del equipo. Cuando yo llegué no tuve mucha relación con él porque, al ser primero director deportivo, tenía muchas cosas que gestionar. Luego, como entrenador había más contacto pero empecé a tener problemas con las lesiones (tendón rotuliano) y ya no fue lo mismo que al principio de la temporada. Los recuerdos buenos que tengo son del inicio", relata el delantero, dejando en bandeja la pregunta por aquel palo que el utrerano le dio en sala de prensa dudando de que realmente estuviese lesionado y sembrando la duda sobre su implicación y profesionalidad.

La tensa conversación entre André Silva y Caparrós

"Caparrós dijo lo que sentía. Yo tenía mi sensación y mi realidad. Estuve en una situación muy buena al principio en Sevilla; pero entonces tuve una lesión que me permitía jugar, pero cada vez estaba peor. El dolor aumentaba y mi nivel bajaba. Yo tenía muchas expectativas y mucha ambición, pero todo eso acabó en frustración. Ni estaba bien físicamente ni lo estaba haciendo bien en el campo. Lo mejor era parar y recuperarme. Ahí, el Sevilla cambió de entrenador y me dijo que me necesitaba, pero las cosas estaban así. Mi foco estaba en los médicos pero mi pensamiento era seguir en la siguiente temporada. También tenía la fase final de la Nations League y yo quería llegar. Me da mucha pena. Me duelo porque no estaba en las mismas condiciones que a principio de temporada. Probé todos los tratamientos contra el dolor que eran legales, pero era algo más preocupante y grave de lo que quizás yo expresaba", se ha defendido.

Las palabras de Caparrós hicieron que André Silva se presentase en su despacho: "Sí, fui a hablar con él. Él me dio su opinión y yo le dí la mía; pero lo que estaba dicho ya estaba dicho, no se podía cambiar", ha lamentado, admitiendo que aquel malentendido dilapidó cualquier opción de quedarse en el Sevilla FC a pesar de que el propio Caparrós anunció que ya estaba fichado. "Las cosas podían haber sido distintas si me hubieran comprado, claro. Yo estaba bien en Sevilla, me identifico mucho con los valores del club... pero el futuro fue otro. Cuando estaba bien allí y estaba jugando bien mi foco era defender los colores del Sevilla, demostrar que ahí estaba bien y reflejarlo en el campo".