Biris Norte carga contra la sanción y contra varios jugadores del Sevilla: "Se les debería caer la cara de vergüenza"

El grupo de aficionados situado en la grada de Gol Norte del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán exige al club en un comunicado que recurra el castigo recibido por los incidentes en el derbi sevillano contra el Real Betis y también acusa a los canteranos de no tener amor propio

Biris Norte, el grupo de aficionados del Sevilla FC que protagonizaron los incidentes en el derbi sevillano contra el Real Betis disputado el pasado fin de semana, ha roto su silencio a través de un comunicado difundido por las redes sociales en donde han mostrado su disconformidad con la sanción que ha recibido el club al cual han pedido que recurra como ya ha anunciado que va a hacer. Además, estos seguidores sevillistas restan importancia a que Natan y Bartra no sean sancionados y sí cargan contra los cinco canteranos del Sevilla FC que habían en el terreno de juego a los que acusan de falta de carácter y de amor propio.

Biris Norte califica de "disparate" la sanción de cierre parcial por tres partidos de la grada de Gol Norte del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Las autoridades han castigado de esta forma al Sevilla FC después de que los seguidores de esa zona del coliseo de Nervión lanzaran botellas de plástico y mecheros durante los últimos minutos del partido Sevilla FC - Real Betis el cual se tuvo que detener durante unos 15 minutos para calmar los ánimos.

Este grupo de seguidores señala que no se va a quejar de que no sean sancionados Natan o Bartra que celebraron acciones defensivas delante de ellos, pero sí cargan contra los cinco canteranos del Sevilla FC (Juanlu, Carmona, Kike Salas, Isaac Romero y Miguel Sierra) por mostrar falta de carácter y de amor propio al no plantarles cara a los centrales del Real Betis.

El comunicado de Biris Norte tras la sanción al Sevilla FC por los incidentes en el derbi sevillano

'El Comité de Disciplina ha ordenado el cierre del Gol Norte durante tres partidos, además de imponer una multa de 45.000 euros al Sevilla. Un disparate más de un fútbol gobernado por auténticos dementes y vividores.

En primer lugar, queremos valorar los hechos, que no fueron otros que una provocación por parte de los jugadores del Betis, a lo que se respondió desde nuestra grada con el lanzamiento de algunas botellas vacías, ninguna de las cuales impacto en jugador alguno. A partir de ahí, el árbitro, con un afán de protagonismo desmedido, decidió transformar una situación que por sí sola habría quedado en un incidente puntual en un espectáculo lamentable, con la suspensión temporal del encuentro incluida. Hemos visto, incluso en esta misma temporada, episodios parecidos en otros estadios que no solo no han presenciado un show dantesco del colegiado, sino que tampoco han terminado con gradas clausuradas ni sanciones desorbitadas a los equipos involucrados. Y no decimos esto para pedir castigos a otros, sino para recalcar lo sencillo que resulta sancionar cuando se trata de Sevilla y lo complicado que parece hacerlo en otros lugares.

No vamos a señalar ni a quejarnos por la ausencia de sanciones ante los gestos de Natan y Bartra hacia la grada; esto es un derbi y, como tal, debe vivirse así por los futbolistas. Cuando ha sucedido a la inversa, los sevillistas hemos aplaudido a los nuestros. De hecho, si tenemos que reprochar algo, es precisamente a nuestros jugadores, ya que ninguno fue capaz de plantarse ante los centrales béticos. Hasta cinco canteranos sobre el césped y ni el mínimo respeto por el escudo que llevaban en el pecho. Se les debería caer la cara de vergüenza ante la falta de carácter y amor propio que reina en el vestuario actual. Pero, pese a todo esto, la respuesta de la grada no fue, ni de lejos, proporcional al castigo impuesto.

Vivimos en un fútbol donde el aficionado se ha convertido en el enemigo de quienes lo gobiernan. Donde todo pretenden resolverlo a base de prohibiciones, cada una más absurda que la anterior. Lo ocurrido el otro día se habría solucionado calmando el ambiente y continuando el partido, tal y como querían todos los jugadores sobre el terreno de juego. Ya está bien de intentar convertir el fútbol en una especie de obra teatral sin alma ni pasión.

A partir de aquí, pedimos al club que luche, tal y como ha anunciado, pero hasta las últimas instancias. No podemos permitir que utilicen nuestro estadio y nuestra grada como banco de pruebas. Clausurar tres partidos por esto es un atropello y un insulto, uno más, al club por parte de esos personajes que, desde Madrid y bien trajeados, castigan a su antojo a quienes no aceptamos acudir al futbol bajo sus ridículos estándares'.