casi imposible cuadrar los plazos ya

La Cartuja, vedada para el Sevilla... pero no por el Betis

Los verdiblancos se han marchado al otrora Olímpico un año más tarde por las obras para adaptarlo como sede para el Mundial de 2030, cuya terminación constriñe su disponibilidad para los nervionenses

La Cartuja, vedada para el Sevilla... pero no por el Betis
El palco de autoridades del Sánchez-Pizjuán en uno de los derbis del curso pasado. - Lince

Muchos aficionados nervionenses se preguntan estos días cómo si el Sevilla FC es copartícipe de la Sociedad Estadio Olímpico S.A. va a tener "casi imposible", según confirman a ESTADIO Deportivo fuentes oficiales, repetir la estrategia del Real Betis de exiliarse en La Cartuja los al menos dos años que durarán las obras en el Ramón Sánchez-Pizjuán. La culpa no la tiene el eterno rival, dueño también de un 1,5% de un recinto cuyo control mayoritario se reparten todas las instituciones: la Junta de Andalucía (40%), el Gobierno de España (25%), el Ayuntamiento de Sevilla (19%) y la Diputación de Sevilla (13%), ya que, para ser justos, el club de La Palmera tuvo que posponer su marcha al escenario colindante con Santiponce una temporada por el inicio de la remodelación de ésta para ser una de las sedes del próximo Mundial de 2030, que deberán ser rematadas a partir de 2027.

Aquí radica el principal problema, también para los heliopolitanos, ya que hasta este mismo jueves no aprobará definitivamente el pleno del Consistorio hispalense el Estudio de Ordenación del Estadio Benito Villamarín, permitiendo, así, que la entidad beneficiaria pueda iniciar los trámites para la construcción de la nueva grada de Preferencia y del edificio polivalente previsto en los suelos anexos de la calle Doctor Fleming. Como adelanta 'ABC', el expediente recoge la desestimación de las alegaciones presentadas por la portavoz de Podemos Sevilla, Susana Hornillo, así como la Asociación Parque Vivo del Guadaíra y Ecologistas en Acción, amén de la estimación de una enmienda relacionada con una colonia de vencejos a la que ya se ha dado alternativa en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Incluso, se ha superado un informe negativo del secretario general del pleno en contradicción con los expertos. Todo, más de dos años después de ver la luz. Y faltan 4-5 meses más para la demolición propiamente dicha del graderío más vetusto.

En diciembre de 2023, el Sevilla FC presentaba su boceto de nuevo estadio, que debe superar lógicamente no ya la indefinición dentro del propio club por la guerra societaria que amenaza con estar abierta como poco un par de años más (también por la financiación de las obras), sino también la farragosa burocracia. Los plazos iniciales, que fijaban el arranque en julio de 2026, no se podrán cumplir, debiendo retrasarse al menos otra temporada. Aunque el Real Betis se marchase ese verano de 2027, lo que va a tener bastante complicado a no ser que logre recortar los planes cuando adjudique la remodelación a una de las nueve constructoras que concurrieron al concurso, la Junta de Andalucía ya advirtió de que no podría ceder el Estadio de La Cartuja a los nervionenses más de una campaña, insuficiente para que la nueva casa blanquirroja vea la luz.

"Esta tercera fase, si empezamos en abril o mayo de 2027 y terminamos año y medio después, nos coloca en los prolegómenos del Mundial. Tendríamos una temporada para cederle a uno de los miembros consocios de este estadio", aseguraba en julio de 2024 el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Arturo Bernal cuando se inició la reestructuración del otrora Olímpico, concluida en abril de 2025. El Real Betis se ha cubierto las espaldas con una cláusula para prolongar hasta un año más (hasta el 30 de junio de 2028) el alquiler del recinto, si bien será apremiado para que éste cumpla con los plazos que exige la Fifa para las sedes de la magna cita de 2030. Lo que queda, aparte de la ampliación de la cubierta, es la reurbanización, exceptuando el acceso sur de la primera fase, de los nuevos viarios, aparcamientos e infraestructuras básicas, además de las conexiones necesarias con el resto de la ciudad y la construcción de un pabellón con capacidad para 15.000 personas.