El retraso en Heliópolis, la indefinición en Nervión y el problema en La Cartuja
Este martes se retira la cubierta de Preferencia del Benito Villamarín, que podría no estar listo a mediados de 2027, lo que alargaría el alquiler del otrora Olímpico, con el eterno rival a la espera... pero sin poder hacer lo mismo

"Este martes derriban la cubierta de chapa que tenemos ahí en Preferencia y la demolición total de la grada entiendo que estará en torno a mediados de noviembre. En cuanto a la duración de las obras, la verdad es que nos habíamos puesto un objetivo ambicioso de dos años. Algún mes que otro tenemos ahora de retraso, pero, hasta que no tengamos cerrada completamente la obra con la constructora, no podremos determinar si vamos a tener que echar unos meses más allí en La Cartuja", explicaba este 15-S el presidente del Real Betis acerca del ritmo más pausado de la remodelación del Benito Villamarín, por causas asumibles y otras inesperadas (como el anidamiento de una especie protegida como los vencejos). Dejaba entrever Ángel Haro que quizás el exilio no sería solamente para las temporadas 25/26 y 26/27, sino que podría darse el caso de que el equipo verdiblanco comenzase la 27/28 en el recinto colindante con Santiponce.
En la otra orilla del Guadalquivir, el nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán va más lento, como reconocía la semana pasada José María del Nido Carrasco: "Tenemos un anteproyecto. Estamos con la tramitación urbanística y avanzamos. Las cosas de palacio van despacio y, a veces, se retrasan por circunstancias. Todo sigue en pie; cuando todo avance, encargaremos el proyecto básico y de ejecución. Tenemos nuestra hoja de ruta y ésa es la que cumplimos. No nos comparamos con el Real Betis ni con nadie; no podemos marcar un plazo de inicio. Estamos pendientes de las resoluciones de los organismos públicos correspondientes". En abril, el rector nervionense denunciaba "una campaña de noticias falsas", como que van a vender el estadio y mudarse a La Cartuja: "No sé quién se ha inventado eso. Tenemos toda la documentación presentada en el Ayuntamiento y en la Junta de Andalucía; ahora, estamos en fase de reflexión sobre cómo explotar las zonas comerciales".
Lo que sí queda claro es que las obras en Eduardo Dato no arrancarán el 1 de julio de 2026, como se anunció cuando se dieron a conocer los planes del actual consejo de administración blanquirrojo durante la junta general de accionistas de diciembre de 2023. Entonces, se hablaba de dos años de ejecución, en los que el Sevilla FC disputaría sus encuentros como local en el otrora Olímpico, con lo que se pisaría con la estancia allí de su eterno rival, por lo que se llegó a especular con un 'Comunale' como el que había en Turín para Juventus y Torino, o un San Siro, casa del Milan y el Inter. La indefinición del proyecto nervionense, con la férrea oposición de un José María del Nido Benavente que sigue siendo el máximo accionista a título individual y que acaba de recuperar el poder para votar con todos sus títulos, impedirá que se solape la presencia de ambos clubes en un mismo estadio.
Incluso aunque las obras del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán sigan adelante (la Consejería de Sostenibilidad y Medioambiente emitía un informe de carácter favorable en marzo de este año y en el Consistorio todo va más o menos lo previsto) y el Real Betis deba quedarse hasta finales de 2027, no se vislumbra un problema de coexistencia. Como mucho, para ese tramo de la 27/28, pero fuentes solventes aclaran a ESTADIO Deportivo que será, como pronto, dentro de dos veranos cuando arranque la remodelación del Sánchez-Pizjuán y se produzca el traslado sevillista, si no después. El club heliopolitano, que paga algo más de un millón de euros por el alquiler anual de La Cartuja, que tiene en exclusividad. Tan sólo debe permitir la celebración sobre el césped de determinados eventos musicales (antes de replantarlo de todas formas) y otros en la zona externa, ajustados a los parones internacionales, para evitar aglomeraciones. El Sevilla FC, eso sí, cuando se mude, tendrá que abandonar el recinto unos meses antes del Mundial de 2030, pues falta por colocar la cubierta y de rematar otros detalles en la que será una de las sedes españolas del magno evento. Como ya apuntaba el consejero hace poco más de un año, allí apenas va a poder estar una temporada, no las dos como poco que necesitaría.