Conversaciones abiertas para el regreso de Bono al Sevilla
La directiva nervionense y los representantes del elogiadísimo portero han iniciado ya los contactos para volver a unir sus caminos, sobre todo, después de ver cómo el marroquí celebra sus partidazos en el Mundial de Clubes con constantes guiños a su amada familia blanquirroja

En un club que ha tenido a Guillermo Eizaguirre, José María Busto, Francisco Ruiz 'Superpaco', Rinat Dassaev, Juan Carlos Unzue o Andrés Palop, por nombrar sólo a unos pocos, resulta casi un sacrilegio elegir sólo a uno de ellos por encima de los demás para colgarle la vitola de 'El Mejor portero de la historia del Sevilla FC'. No obstante, si se hiciese una encuesta entre la afición, a buen seguro habría un importante porcentaje que encumbraría a Yassine Bono. Dos veces campeón de la Europa League, único meta blanquirrojo ganador de un Trofeo Zamora al menos goleado de LaLiga, elegido en varias ocasiones entre los mejores del mundo en las galas de FIFA y UEFA, consagrado parapenaltis e incluso goleador (en un Valladolid-Sevilla)... Y con el escudo sevillista grabado a fuego. Es tan fanático que bien parece haberse criado en la mismísima avenida de Eduardo Dato.

Después de rechazar muchos 'ofertones' de los mejores equipos del mundo, Bono se marchó entre lágrimas y sólo accedió a salir porque era consciente de que el club necesitaba como el comer los 21 millones de euros más variables que el Al-Hilal saudí pagó por su fichaje en el verano de 2023. En estos dos exitosos años que lleva en tierras árabes, este espigado portero (1,95 metros) de origen marroquí pero nacido en Quebec (la parte francesa de Canadá) y con un peculiar acento argentino cuando se expresa en castellano, no ha parado de repetir lo mucho que desea poder volver al Sevilla FC antes del final de su carrera. Tiene 34 años, que para un portero no es tanto, y sólo le quedan 11 meses de contrato con su actual equipo. La hoja de ruta está marcada y ya hay conversaciones en marcha para hacer realidad este deseo del hijo pródigo.
En este sentido, una información publicada este jueves por el diario ABC desvela que en las oficinas del Sánchez-Pizjuán ya han empezado a moverse para fichar a coste cero a Bono en el mercado estival de fichajes de 2026, cuando el norteafricano tendría 35 años. En estas charlas de tanteo, las dos partes se han mostrado una fortísima predisposición mutua para reencontrarse en la 26/27, siempre que la acaudalada maquinaria del Al-Hilal no lo impida a golpe de blindaje multimillonario.
El cancerbero ya ha demostrado que el dinero no es lo que le mueve, sino que su camino de vida siempre lo ha dictado su corazón. Y éste, como se empeña en demostrar de manera repetitiva, no para de bombear sangre en rojo y blanco. Quienes mejor le conocen aseguran, incluso de manera pública, que no va de farol cuando recalca su deseo de volver a casa. Ni muchísimo menos.
En estos momentos, Bono está jugando el Mundial de Clubes con el Al-Hilal y por enésima vez se ha convertido en una de las grandes estrellas del torneo. Ya en su debut, en la Fase de Grupos, fue héroe en el 1-1 ante el Real Madrid con varias paradas salvadoras; entre ellas un penalti detenido a Fede Valverde al filo del 90'. Pues lo primero que hizo al atender a la prensa fue hablar... de su amor por el Sevilla FC.

Lo mismo hizo el lunes pasado, cuando dejó una mano realmente espectacular para marcar el inicio de la remontada ante el Manchester City de Pep Guardiola, equipazo al que los saudíes eliminaron en la prórroga de los octavos de final (4-3) para vengarse de la derrota en la igualadísima Supercopa de Europa de 2023: 1-1 hasta el final de la prórroga y 6-5 para los ingleses en la tanda de penales en el que fue su último partido con la camiseta del Sevilla FC. Al menos, de momento. La hoja de ruta para volver ya está trazada. Ahora, a por el Fluminense en cuartos de final -el cruce en semifinales sería con Chelsea o Palmeiras- y a seguir haciendo historia con el Al-Hilal sin dejar de soñar en blanquirrojo.