Lopetegui, sobre la deriva del Sevilla y el injusto trato que recibió: "No se le da valor"
El técnico vasco ha repasado sus logros en los poco más de tres años que estuvo al frente del banquillo sevillista, recordando que en su día se criticaba ganar por 1-0 y sabía a poco quedar tercero o cuarto en LaLiga batiendo récords de puntos. La gigantesca crisis del club, aunque algo tarde, pone en valor todo su trabajo en Nervión

La figura de Julen Lopetegui sirve a la perfección para entender hasta qué punto ha cambiado la película en el Sevilla FC. El técnico de Asteasu llegó en el verano de 2019 a un proyecto que llevaba dos años muy erráticos. 'Casualmente', fueron los dos años en los que estuvo en la AS Roma un Monchi que regresó con el fichaje del exentrenador del Real Madrid y la selección española, quien no tardó en devolver al club al nivel al que había rendido en los tres años de su paisano Unai Emery (2013-2016).
Sin embargo, llegó a escuchar algún que otro pito en el Sánchez-Pizjuán, leyó críticas por su 'unocerismo' y fue despedido al poco que el rendimiento cayó un poquito. Hoy, con el paso del tiempo y con una crisis de proporciones bíblicas, se añora muchísimo los 77 puntazos en los que estableció el récord histórico de la entidad en LaLiga, la secuencia hasta entonces inédita de lograr tres clasificaciones seguidas para la UEFA Champions League y el único título de su trayectoria como entrenador, la Europa League de 2020, conquistada en plena pandemia en Colonia (Alemania).

Lopetegui pone en valor la Europa League de 2020
"Sin público o con público, la final es exactamente la misma. Además, el nivel de los equipos que tuvimos que enfrentar también le dieron mucho brillo. Hablamos del Inter de Milán, que acababa de ganar la Serie A; del Manchester United, de la Roma, del Wolverhampton, que fue uno de los últimos equipos que eliminamos...", ha recordado con inevitable nostalgia el propio Lopetegui, en una entrevista concedida esta pasada madrugada al programa 'El Pelotazo' de Canal Sur Radio.
El actual seleccionador de Qatar, que explicó en profundidad cómo afronta este nuevo proyecto de su carrera, puso en valor la regularidad lograda en sus poco más de tres años en el Sevilla FC, donde incluso llegó a dirigir un último partido (ante el Borussia de Dortmund, en Champions) a pesar de haber sido destituido horas antes.

Los logros del Sevilla de Lopetegui que no valoraron lo suficiente
"Claro que la Europa League es un recuerdo maravilloso, pero yo llevo más el recuerdo a tres cuartas plazas, tres clasificaciones a Champions seguidas. No digo que me llenara más, pero sí digo que, cuando se recuerda, no se pone en valor algo que para mí es más difícil, que es quedar tres veces consecutivas en Champions. Algo que nunca había pasado dos veces, y no fueron dos, sino tres", ha reivindicado.
"LaLiga es la competición de la regularidad. La Europa League es compleja, es difícil, pero tiene matices diferentes. En LaLiga son 38 partidos, es la competición más justa en cuanto a dónde terminas la temporada. Lo pongo muy arriba en todo el reconocimiento; pero, evidentemente, el recuerdo siempre está en la Europa League", ha añadido al respecto un Lopetegui que sólo unos días después de ser despedido por el Sevilla FC firmó con el Wolverhampton Wanderers (22/23), donde no siguió pese a su gran segunda vuelta (cogió al equipo en descenso y casi lo mete en Europa), y esta misma temporada la comenzó en el banquillo del West Ham United, pero sólo aguantó 20 jornadas en la Premier League antes de aceptar la oferta de Qatar.

La crisis actual del club y el cariño del sevillismo
Por respeto a una entidad a la que siempre llevará en su corazón, Lopetegui no quiso hacer sangre a la hora de repasar el 'caso Isco Alarcón' y tampoco quiso valorar desde la lejanía la nefasta gestión de un club que, desde que echó a Lopetegui, lleva ya seis técnicos en sólo dos años y medio. "Yo creo que la gente ha aprendido a valorar, porque a veces, cuando te quitan algo... lo demás es difícil. Porque en el día a día parece que todo es sencillo, que todo el mundo se cansa de ver la misma cara y, cuando después la cosa viene peor, pues uno recuerda los buenos momentos. Yo, cada vez que voy a Sevilla, recibo un cariño extraordinario. Es algo exagerado cada vez que voy. Es una ciudad y un club que va a estar vinculada a mi vida siempre. Pasados los recuerdos, fue duro, la élite te exige que sea así, pero el recuerdo tanto de la ciudad, como del club y de la afición es maravilloso", ha concluido.
