El eterno calvario de Nianzou y el quirófano para Joan Jordán

No aparece en el parte médico Kelechi Iheanacho, que ha empezado a andar en la cinta tras unos primeros días alejado del grupo por una indisposición de la que no han trascendido más detalles. Los dos lesionados oficiales, por tanto, en el Sevilla FC en esta segunda semana de pretemporada son Tanguy Nianzou y Joan Jordán, este último con el infortunio por bandera en su retorno desde el Deportivo Alavés, con el que colaboró activamente para lograr la permanencia en Primera división (cinco goles y dos asistencias en 27 partidos oficiales) el curso pasado. Nada comparable con el central francés, que únicamente ha podido jugar 50 encuentros en tres años como blanquirrojo, apenas seis en la 24/25, cuando, tras no encontrar mejoría desde noviembre pasado en la lesión miotendinosa en el recto anterior de su pierna derecha, pasó en enero por el quirófano y ha vuelto a lastimarse la misma zona.

En el caso del mediocentro, será intervenido este martes para corregir sus molestias por culpa de una hernia discal que no le ha dejado arrancar a las órdenes de Matías Almeyda. No hay plazos previstos y su reincorporación al trabajo dependerá de su evolución, aunque no cabe duda de que el catalán, dispuesto a aprovechar la nueva oportunidad con el cambio de entrenador con dos años de vinculación todavía en Nervión, sufrirá ahora un inoportuno parón precisamente en la época utilizada por los profesionales para ganar fondo físico y ritmo, así como para convencer a los técnicos. En el mejor de los casos, Joan Jordán no estaría disponible antes de 6-8 semanas, que pueden ser más, ya con LaLiga en marcha, por lo que se esfuma una buena opción para hacerse de nuevo un sitio y también las posibles vías para una salida, bien definitiva o de nuevo con la cesión como fórmula.

Para Tanguy Nianzou, se trata de su séptima contingencia de tipo muscular seguida desde que arribara al Sevilla FC, novena si no se tiene en cuenta la recaída que le obligó a ser operado, si bien se trató más de un fracaso en el tratamiento conservador por el que se abogó en primera instancia, y esta nueva recidiva. La fragilidad del ex del Bayern de Múnich, por el que se abonaron 16 millones de euros fijos y cuatro en variables, reservándose los bávaros en torno al 22% de sus derechos, ha sido el gran hándicap desde su contratación, cerrada por Monchi en pos de convertirle en sustituto de Jules Koundé. Con contrato hasta 2027 y una amortización anual, sumada a su salario, que roza los 13 millones de euros, se antoja inviable recuperar no ya la inversión, sino librarse del incuestionable lastre económico y deportivo que supone su permanencia en la capital andaluza.

El 'Mono' Burgos, espectador de excepción

Las ya apuntadas han sido las principales novedades en la sesión vespertina dispuesta por Matías Almeyda en las instalaciones de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, que contó con la llamativa presencia de Germán Burgos. Compañero del 'Pelado' en River Plate durante la década de los 90 del pasado siglo, también dirigió en Grecia, en concreto al Aris de Salónica, aunque el 'Mono' se marchó unos meses antes de que el otrora pivote aterrizara en el AEK de Atenas. La jornada vivió el regreso de los internacionales, aunque Lucien Agoumé tiene unos días más por su presencia con Francia en el Europeo sub 21. Además, Gabriel Suazo está a la espera de una documentación desde su antiguo club, el Toulouse, para poder ejercitarse en la que será su nueva casa los próximos tres ejercicios.