Aitor Torvisco4 min lecturaJulen Lopetegui se jugaba el puesto, pero no le tembló el pulso para salir con una defensa sorprendente, sin Navas, Montiel, Nianzou ni Rekik, con Gudelj en el eje y con dos canteranos: un José Ángel Carmona que viene siendo lo mejor de un mal Sevilla FC y el joven central Kike Salas. Ninguno de ellos le falló.
Carmona hizo un partidazo, asistió a Lamela en el 0-1 y marcó los dos tantos siguientes en acciones oportunistas que demuestran su carácter y pundonor. Despejó tres balones comprometidos en el área, ganó sus tres duelos individuales y buscó el 'hat-trick' con un zapatazo desviado en la segunda parte, antes de terminar fundido y tener que pedir el cambio por una sobrecarga muscular.
"Ahora mismo sigo incrédulo, porque siempre es un sueño desde niño. Ayudar al equipo con dos goles es una alegría inmensa, más siendo sevillista desde pequeño y amando estos colores", señaló Carmona en los medios del club, agradeciendo la "confianza del míster" y explicando que ha "trabajado mucho tiempo para esto".
Carmona explicó el motivo de su cambio y tranquilizó a la afición. Estará en Copenhague: "Llegaba un poco cansado del partido anterior, tenía los gemelos en la nuca y había que salir, pero estoy bien. Ya en el banquillo... te sale solo el saltar y apretar, esperarando a que acabe para llevarnos los tres puntos a casa".
"Cuando te quedas con un hombre menos (Lamela fue expulsado en el minuto 84), tienes que defender", apostilló para acabar asegurando que el "el equipo nunca ha dejado de creer en el proyecto". "El equipo estaba trabajando bien, no llegaban los resultados y confiábamos en el grupo. Tenían que llegar los resultados y aquí está el primero de muchos que nos quedan", concluyó el canterano del Sevilla FC.
Aunque no tanto como José Ángel Carmona, el debutante Kike Salas también aportó brillo al trabajo de la cantera, al rescate de un Sevilla FC tambaleante. El joven central demostró aplomo y buenas maneras, garra en los duelos por alto y seguridad con la pelota. Cuajó una gran actuación, aunque, igualmente dolorido, tampoco pudo acabar el choque.
"Mi debut en LaLiga lo he afrontado con muchas ganas y con más ilusión que nunca, porque para mí es un sueño. Es de los días más felices de mi vida, por la victoria y por el debut", indicaba en los medios del club un Kike Salas que rendudaba en que "es un orgullo vestir la camiseta del Sevilla FC y darlo todo". "La guardaré seguro, se queda para mí".
El joven zaguero consideró que "en la primera parte el equipo estuvo muy bien, muy seguro". "Hemos adelantado las líneas y no han tenido apenas ocasiones", analizó, antes de admitir que vivió con tensión los últimos minutos ante lo ajustado de un marcador que llegó a ir 0-3 y acabó 2-3.