Otra medida polémica que enciende al sevillismo
Oleada de quejas en las redes sociales ante la exigencia de incorporar una fotografía al perfil privado de cada abonado como 'conditio sine qua non' para realizar cualquier gestión, empezando por la renovación del carnet

El polvorín social en que se ha convertido el Sevilla FC provoca que cualquier decisión, por inocua que pueda parecer a ojos ajenos, siente como una patada en salva sea la parte a un amplio sector de la afición, cansado de temporadas mediocres en lo deportivo y de una deuda que, según algunas fuentes, rondará los 100 millones de euros cuando se abroche el presente ejercicio. El pasado fin de semana, con la permanencia matemática al fin bajo el brazo, regresaron las movilizaciones al Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, mientras que desde diversos ámbitos del entorno blanquirrojo se anuncien medidas de presión para que Del Nido Carrasco abandone el cargo, un movimiento que se antoja harto complicado a estas alturas, entre otras cosas porque el enésimo brazo tendido por su padre a los grandes accionistas de la institución vuelve a caer en saco roto.


La última polémica ha surgido ante la petición masiva desde los despachos de Nervión para que los socios actualicen y validen sus datos personales, incluyendo la exigencia de incorporar una fotografía a cada perfil privado en el portal de abonados sin la que será inviable cualquier gestión futura, empezando por la renovación del carnet. Un aspecto interpretado por muchos como una herramienta de control, que se une a las denuncias a algunos por censurar al consejo en tono malsonante en las redes sociales, aplicándoles una sanción parecida a la de Del Nido padre en virtud del régimen interno. La filtración de este comunicado ha generado, como era de esperar, una oleada de críticas por parte de sus receptores, que se decantan mayoritariamente por la burla (proponiendo fotos trucadas, antiguas o con un fondo amarillo en el que se lea el lema opositor 'Junior vete ya') o por el lamento.
Expertos en materia jurídica están siendo consultados, y ellos al propio Sevilla FC, sobre la legalidad de esta solicitud por la Ley Orgánica de Protección de Datos y, sobre todo, si se puede obligar a la identificación visual de los abonados para expedir el correspondiente carnet, sin que de momento haya trascendido una respuesta. Con todo, más allá de que el fin sea lícito y nada malintencionado, el sevillismo anda por lo general, como suele decirse coloquialmente, con la escopeta cargada. Casi todo lo que se hace desde la planta noble sienta regular, en el mejor de los casos, viéndose siempre un propósito oculto... lo haya o no.