Quique Sánchez Flores no se calla con la situación del Sevilla
El extécnico sevillista, que puso fin a su etapa en Nervión por la falta de garantías, analiza el momento "complicado" por el que atraviesan los nervionenses y les da un consejo para salir a flote

Quique Sánchez Flores tomó la decisión a la conclusión del curso pasado de poner fin a su etapa en el banquillo del Ramón Sánchez-Pizjuán tras levantar al equipo y conseguir con holgura el objetivo, pues, al margen de que no existiera convencimiento en la planta noble sobre su continuidad, no veía intención de construir un proyecto convincente para el curso venidero.
El técnico entendió que no había argumentos para creer en el resurgir del Sevilla a corto plazo y el tiempo no ha tardado en darle la razón, ya que, un año después, el equipo ha salvado la categoría en la recta final y solo ha quedado un punto del encima del descenso inmerso en una delicadísima situación deportiva y económica.
Ahora, desde la distancia y con buenos recuerdos pese a todo de su etapa en Nervión, analiza sin cortapisas el presente y el futuro de la entidad, asegurado que será difícil reconducir la situación y que resultará clave acertar en las decisiones que se tomen a partir de ahora.
"Lo de este año ha sido un año complicado y tienen una tarea muy difícil allí en el Sevilla", señaló en El Larguero el extécnico sevillista, que deja claro su deseo de que los hispalenses tomen impulso después de haber vivido una bonita experiencia en el Ramón Sánchez-Pizjuán. "Me quedo con lo que es entrenar al Sevilla y con esa afición. Fue maravilloso esa unión, saber que estuvieron cerca nuestro y que nos apoyaron. Les deseo lo mejor", aseguró Sánchez Flores, que profundizó en su punto de vista sobre la tesitura nervionenses y sobre lo que deben hacer para capear el temporal y salir a flote.
"Se anda buscando, se anda encontrando y buscando las mejores soluciones. Es una etapa donde hay que ajustar las velas. Los vientos vienen fuertes y hay que ajustar las velas", señaló el preparador madrileño, que ahora se encuentra a la espera de liderar otro proyecto tras no haberse sentado en ningún banquillo después de su adiós al Sevilla. Y es que está esperando una propuesta que le emocione.
"Oigo cosas, me llegan, hablamos, pero tiene que encajar y cuando llegue algo que encaje, veremos. Es importante que me emocione, todo lo que se haga sin pasión está mal hecho", apuntó Quique, que no quiere embarcarse en el primer proyecto que le salga y que sigue muy de cerca la búsqueda del Sevilla de un entrenador tras la interinidad de Joaquín Caparrós.