El Sevilla y Marcos Acuña suspiran tras la inesperada magnanimidad del Comité de Competición

El internacional argentino ha salido bien parado tras su expulsión ante el Valladolid, aunque no podrá estar el próximo sábado en la visita del cuadro nervionense a la UD Almería

El Sevilla y Marcos Acuña suspiran tras la inesperada magnanimidad del Comité de Competición
Acuña, en el Sevilla-Valladolid. - UES
Aitor TorviscoAitor Torvisco 4 min lectura

El Sevilla FC ha pasado de las quejas por el "penaltito" que le hizo volverse de vacío de Pamplona, en la primera jornada de LaLiga, a suspirar aliviado al conocer la sanción impuesta por el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al lateral izquierdo Marcos Acuña, por su censurable expulsión en el partido del pasado fin de semana ante el Real Valladolid. El órgano sancionador, esta vez, ha sido magnánimo y se ha pronunciado en el mejor de los escenarios posibles contemplados en Nervión.

El Comité de Competición sólo ha sancionado a Acuña con un partido tras su expulsión ante el conjunto pucelano, por lo que el internacional argentino sólo se perderá la visita de este próximo sábado a la UD Almería, lo que deja muchas opciones de ver la primera titularidad de Alex Telles. Para el choque liguero tampoco estará Marcao, que sigue sin trabajar con el grupo y que se someterá a pruebas para estudiar su interminable lesión. El Tecatito Corona es otra ausencia garantizada, con Suso y Ocampos como buenas noticias.

El colegiado grancanario Pulido Santana reflejó en el acta del choque entre Sevilla FC y Real Valladolid una actitud impulsiva que hacía temer lo peor en el cuadro nervionense. "En el minuto 87 el jugador (19) Acuña, Marcos Javier fue expulsado por el siguiente motivo: Salir corriendo desde su banquillo hacia el área técnica rival, empujando a un adversario y provocando un enfrentamiento tumultuoso", escribió el árbitro.

El acta tenía mala pinta para el Sevilla FC

Por lo tanto, todo quedaba en manos del Comité de Competición de la RFEF, que debía decidir si se acogía al artículo 103 del Código Disciplinario: "Agredir a otro/a, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde él mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".

Otras dos opciones igualmente nefastas para los intereses de Acuña y el Sevilla FC hablaban de dos partidos de castigo como opción más probable. Esta doble vía pasaba por la necesidad de que Competición sólo calificase la acción como "conducta contraria al buen orden deportivo de carácter grave", según el artículo 121, o que remitiese al artículo 130 referente a "la violencia en el juego".

Finalmente, aunque el Sevilla FC tenía preparado recursos por si el castigo era mayor, el escenario más remota a priori era pensar que al lateral zurdo argentino le cayese un único encuentro de sanción. Para el comité de la RFEF ha primado el artículo 125, que habla sólo de actos de provocación: "Provocar a alguien contra otro/a, sin que se consume el propósito se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes". Por suerte para el Sevilla FC, todo ha quedado en el susto. Suspira Marcos Acuña, que deberá controlar sus impulsos, y respira aliviado Julen Lopetegui.

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