El silencioso golpe en la mesa en Idumbo

Retenido por García Pimienta en la primera plantilla (marcó en su único partido con el filial en Marbella), el fichaje invernal de Rubén Vargas y la recuperación de Chidera Ejuke le relegaron al ostracismo, pese a tratarse de uno de los jugadores del Sevilla FC con mejor promedio de participación en goles por minuto. No en vano, lleva esta temporada dos tantos y tres asistencias en 494', en la elite 1+3 en 423. Y eso que llevaba mes y medio sin gozar de oportunidades, pero Stanis Idumbo Muzambo ha sabido ser paciente y aprovechar el guiño del preparador catalán, que recurrió a sus servicios seis jornadas más tarde en pos del empate en Vallecas, finalmente con su sello. De esta forma, el extremo ex del Ajax dirigió una contra iniciada por Lucien Agoumé y brindó el 1-1 definitivo a su compatriota Dodi Lukébakio, que se llevó lógicamente todos los honores.

Como detalla en su perfil de X el periodista y analista Alfonso Aparicio (@AlfonsoAL_), es la tercera vez de las siete que salta desde el banquillo en que el de Melun participa activamente en un 'chicharro' de los blanquirrojos. Porque ya marcó el del honor en la décima jornada de LaLiga ante el FC Barcelona (5-1), mientras que, en la Copa del Rey, ayudó a Kelechi Iheanacho en el 0-3 ante el Olot (1-3 definitivo) y colaboró (muy a su pesar, porque yerra en primer término con todo a favor, convirtiendo su pifia en asistencia) en el 0-1 en Almería de Isaac Romero, aunque los indálicos terminaron dando la vuelta al marcador y eliminado a los nervionenses por un contundente 4-1 en la eliminatoria a partido único de dieciseisavos de final. En Vallecas, no sólo es el último futbolista que contacta con el balón antes que Lukébakio, sino que arrastra a varios defensas en un movimiento hacia el interior del área que sirve de aclarado para el otrora atacante del Hertha de Berlín.

Si bien García Pimienta ha dejado sin agotar su cambios en algunas entregas recientes, ante el Rayo volvió a realizar cinco sustituciones para, entre otras cosas, cortar la racha de espectador de Stanis Idumbo, que ha demostrado ser un recurso muy válido como revulsivo en duelos cerrados en los que el cansancio empieza a hacer mella en los zagueros contrarios. El belga de ascendencia congoleña, a sus 19 años, tiene contrato hasta el 30 de junio de 2028 con el Sevilla FC, que abonó unos 400.000 euros para llevárselo el filial del Ajax. Con cinco titularidades en doce partidos con el primer equipo sevillista, se lesionó cuando estaba empezando a gozar de cierta continuidad en ausencia de Ejuke, que no ha vuelto de su larga convalecencia tan bien como se marchó. Ahora, con poco a lo que recurrir para acelerar los encuentros en sus epílogos, el menudo extremo y mediapunta nacido realmente en Francia ha dado un silencioso pero contundente golpe en la mesa del míster catalán.