La subasta por Evertton Araújo lo encarece y lo aleja

El Sevilla FC deberá reorganizar su parcela ancha el próximo año. Albert Sambi Lokonga volverá al Arsenal, lo mismo que Saúl Ñíguez al Atlético de Madrid, al tiempo que Djibril Sow dejó en el aire su continuidad pese a tener contrato hasta 2028. Asimismo, Nemanja Gudelj entrará en su último año de vinculación, pudiendo quedarse solo con Lucien Agoumé y el canterano Manu Bueno. Tanto es así que desde Brasil encartan a un viejo objetivo del club colchonero para la 'sala de máquinas'. Se trata de Evertton Araújo, pivote de 22 años que se ha convertido en indiscutible en el primer equipo del Flamengo, con el que tiene vinculación por cuatro ejercicios y medio más. La cláusula de 60 millones de euros otorga a los 'rubro-negros' el mango de la sartén negociadora, aunque la presión para que dé el salto a Europa es importante, con el verano próximo como ventana más probable.

Asesorado por Roc Nations Sports, la misma agencia de Vinícius Júnior, Gabriel Martinelli, Endrick Moreira o Kevin de Bruyne, el de Volta Redonda acumula pretendientes tras sus 15 encuentros en la elite brasileña este año, si bien encadena ya 43 con la escuadra matriz del Clube de Regatas. Una previsible subasta que aleja de Nervión al poderoso mediocampista defensivo, de 1,85 y capacidad organizativa también. La misma fuente que lo asocia a los blanquirrojos habla de propuestas y seguimientos por parte de otros dos conjuntos de LaLiga (Getafe CF y Villarreal CF), así como de la Bundesliga (Bayer Leverkusen y Eintracht de Frankfurt). Su precio de salida, informa el periodista Bruno Lemos, rondaría los once millones de euros al cambio, una cifra presumiblemente muy lejos del alcance de los blanquirrojos, que deberán aplicar una política de fichajes austera.

Todavía sin la certeza de quién será su director deportivo, pese a que Víctor Orta sigue planificando el último año de su contrato, y su entrenador, con todas las miradas pendientes de José Bordalás, se presume un mercado complicado para los sevillistas, que seguirán con el LCPD rebasado y la obligación de reducir aún más su masa salarial. Por tanto, con una deuda que rondará los 100 millones de euros, deberán marcharse los futbolistas con mayor caché (casos de Loïc Badé y Dodi Lukébakio), más alguno de los canteranos, que aseguran una jugosa plusvalía (como José Ángel Carmona, Juanlu Sánchez e Isaac Romero, ya que los problemas extradeportivos de Kike Salas perjudican todo traspaso ante la inminencia de una posible sanción), mientras que las inversiones serán las justas y necesarias para conformar una plantilla decente y competitiva.