Valentín Barco agrava el error del Sevilla y Cordón lo soluciona
Sentenciado por García Pimienta, el carrilero continúa imparable desde que salió de Nervión y su valor de mercado se ha disparado recientemente, confirmando la equivocación del Sevilla, enmendada por el director de fútbol con el fichaje del indiscutible Suazo

A día de hoy, el carril zurdo se erige en la posición más definida del Sevilla de Almeyda con la presencia de Gabriel Suazo, intocable en los planes del argentino y, sin duda, uno de los fichajes más rentables hasta ahora.
Y es que, entre los múltiples frentes abiertos para reforzar la plantilla, destacaba potenciar un carril zurdo que no funcionó en absoluto el curso pasado lastrado por las decisiones tomadas en Nervión tanto en el banquillo como en la dirección deportiva. De ese modo, el alto ejecutivo consiguió convencer al chileno para incorporarlo con la carta de libertad tras su paso por el Toulouse solucionando el problema que había en la banda siniestra, en la que Almeyda no contaba con Pedrosa.
Antonio Cordón se habría encontrado con otra situación, posiblemente, si García Pimienta y el club hubiera actuado de otra manera con Valentín Barco, evitando un error más que confirmado y agravado por la trayectoria imparable del polivalente futbolista argentino una vez que salió el Sevilla.
Víctor Orta acordó su cesión con el Brighton para sustituir a Marcos Acuña, pero el preparador catalán nunca le otorgó continuidad y lo sentenció tras el partido contra el Athletic pese a la debilidad de la banda zurda y demostrar que podía desempeñarse en numerosas posiciones. Esta falta de oportunidades pese al empeño del de 25 de mayo para adaptarse a las necesidades del equipo con entrenamientos personales impulsó Orta a romper su cesión en enero y Barco se marchó en las mismas con condiciones al Racing Estrasburgo francés y con una opción de compra de 10 millones.
El carrilero se adaptó rápidamente, se hizo con la titularidad de maneta indiscutible y sirvió dos asistencias, lo que propició que el club galo no se lo pensara y abonara lo pactado en enero para quedárselo en propiedad. Una inversión que ponía en evidencia las decisiones de Pimienta y el respaldo de la entidad, y a la que ha respondido Barco, de nuevo intocable y comodín para su técnico, como refleja que, además de ejercer en su carril, se ha consolidado en el centro del campo, tanto de mediocentro como en el apartado ofensivo.
Valentín Barco vale 15 millones
Este rendimiento, imposible de exhibir en el Sánchez-Pizjuán por sus escasas oportunidades, ha propiciado que su valor de mercado se dispare hasta los 15 millones de euros según la última revisión de Transfermarkt hace dos días. Así, ha pasado de 12 a 15 millones, evidenciando que en Nervión se equivocaron profundamente con él y que podría haber sido un activo útil de la mano de Cordón, que sí ha sabido solucionar el agujero en el carril.