El plan del Valencia para convencer al Chelsea
Aunque se ha avanzado por Nicolás Fonseca para reforzar el centro del campo, Corberán no se olvida de Ugochukwu y el club che esperará hasta el final del mercado para intentar lograr su cesión

Tras Dani Raba y Agirrezabala, Copete ha pasado este lunes las preceptivas pruebas médicas y se ha convertido en el tercer fichaje del Valencia para la 25/26. Pero Carlos Corberán ni mucho menos se conforma. Al contrario, ha elevado sus exigencias, que pasan por traer otros cinco refuerzos: un lateral derecho, un pivote, un extremo izquierdo y dos delanteros. Pero a sabiendas de que no será sencillo tachar todas las peticiones de su lista de deseos, la prioridad será reforzar el centro del campo y el ataque con al menos una cara nueva para cada demarcación.
Para la medular, en las últimas horas se han producido avances significativos por el internacional uruguayo Nicolás Fonseca, que ya tiene un acuerdo por cinco temporadas con la entidad che y se ha despedido incluso de sus compañeros en el Club León. Según el periodista Nacho Sanchís, si nada se tuerce será el cuarto fichaje de un conjunto valencianista que pagará entre dos y tres millones de euros, rebajando de ese modos las pretensiones del club mexicano, que pedía inicialmente entre cuatro y cinco kilos.
El ex de River Plate, de 26 años, llegaría con el visto bueno del entrenador de Cheste. Pero según informa Deportes Cope Valencia, hay más nombres sobre la mesa. Cabe recordar que en Inglaterra anunciaron una oferta por el nigeriano Frank Onyeka, propiedad del Brentford, mientras que desde Polonia se apuntó la opción de Kacper Urbanski, que busca una salida del Bolonia. Pero, sin duda, uno de los nombres que más gusta a Corberán es el de Lesley Ugochukwu.
Un traspaso inalcazable
A sus 21 años, el potente centrocampista francés tiene enamorado al técnico che, que considera que sería el fichaje ideal para potenciar la zona ancha de su equipo. Por ello, pidió al club que hiciera un esfuerzo y se resiste a descartarlo del todo. El problema es que el Chelsea, con el que tiene contrato hasta 2030, es reacio a una nueva cesión, tras mandarlo la pasada campaña al Southampton, y busca un traspaso definitivo en unas cantidades inalcanzables. Sirva de orientación que pagó por él 27 millones de euros hace dos veranos y su valor de mercado actual es de 18 kilos, según Transfermarkt.
Pese a todo, en Mestalla no tiran la toalla y el plan no es otro que mantener el interés hasta el final del mercado, presentándose como un interesante destino para revalorizar al jugador por si el conjunto londinense no logra darle salida bajo la fórmula que desea y a última hora debe acceder a un préstamo.