El renacido Jason reparte dardos para Levante, Villarreal, Valencia y Marcelino: "Nunca hubo feeling"

El polivalente extremo gallego recupera su mejor versión en las filas del Arouca FC portugués, después de un breve paso por el Alavés y de frustradas experiencias en el Getafe y en los dos clubes valencianos. Tampoco guarda buenos recuerdos de su época de canterano en el Deportivo o el Villarreal

El renacido Jason reparte dardos para Levante, Villarreal, Valencia y Marcelino: "Nunca hubo feeling"
Jason Remeseiro ha vuelto a sonreír como futbolista del FC Arouca portugués. - @JasonRemeseiro
Aitor TorviscoAitor Torvisco 8 min lectura

Jason Remeseiro vuelve a sonreír. El polivalente futbolista coruñés recaló el pasado curso en el FC Arouca, equipo de la primera división de Portugal al que llegó el pasado verano como agente libre y en el que no sólo se ha hecho con un sitio como titular, sino que además está recuperando ese rol de futbolista decisivo en los últimos metros con seis goles y dos asistencias en 29 encuentros que acumula entre todas las competiciones. A sus 29 años, el gallego ha recuperado la ilusión por el fútbol en el club del distrito de Aveiro, en el área metropolitana de Oporto, después de varios años de sinsabores tras su polémica salida del Levante UD rumbo a un Valencia CF en el que se topó con la falta de confianza de Marcelino García Toral, entonces técnico che y ahora de nuevo en el banquillo del Villarreal CF, otro de los clubes de los que no guarda un buen recuerdo el extremo.

Dado su gran momento actual en el FC Arouca, tras un año en el Deportivo Alavés -en la 22/23, en Segunda- y una cesión previa en el Getafe CF (21/22) cuando aún pertenecía al Valencia CF, Jason ha pasado por los micrófonos de Radio Marca Valencia para repasar su trayectoria deportiva y lanzar algunos darditos para el club castellonense, el conjunto che y también para Marcelino, a quien de alguna manera responsabiliza de su escaso brillo en su etapa valencianista.

Descartado en el Depor por bajito, vivió medio año de frustración en el Villarreal

Tras ser descartado "por baja estatura" (mide 1,78 metros) en la cantera del club de su ciudad natal, el RC Deportivo de La Coruña, Jason pasó por Racing de Ferrol y por el Montañeros antes de llegar al Levante UD. Brilló en el juvenil y en el filial granota, así que el Villarreal CF se hizo con su cesión con vistas a probarle antes de quedárselo en propiedad. Eso nunca sucedió a pesar de que el entrenador amarillo era Paco López, el mismo que luego le sacaría su mejor versión de vuelta a Orriols. "No fue fácil", rememora de aquella breve etapa en el club castellonense. "Te quedas con la miel en los labios. Tienes 18 años y estás debutando en Primera. Te ves consiguiendo lo que llevas años peleando y con la lesión estuve cinco meses parado. Me levantaba de la cama y tenía unos pinchazos en el pubis que no me dejaban estar al cien por cien. Fue medio año de frustración por no poder estar al nivel deseado", explica, antes de admitir que esperaba quedarse.

"Coincidí con Paco López en el Villarreal e hice muy buen medio año, con goles y asistencias. Tuve que volver al Levante a mitad de año, pero sinceramente, creo que realmente era un año para haberme quedado en el Villarreal B y terminar de formarme. Jugué dos partidos en el Camp Nou y otro en casa contra el Granada, pero de la noche a la mañana bajo al filial. No puedo decir exactamente la causa. No tuve una charla con él sobre eso", explicaba, con cierto resquemor sobre su experiencia como amarillo.

Jason y el Levante, una historia "súper bonita" con el peor final posible

El Deportivo no apostó por Jason Remeseiro y el Villarreal CF también le dio la patada. Fue el Levante UD el club que le repescó y le dio todo, pero después de una exitosa relación y de un buen rendimiento, se fue por la puerta de atrás entre furibundas críticas de la hinchada granota. No en vano, acabó contrato, decidió no renovar y encima se marchó al vecino y eterno rival, el Valencia CF. Pese a ello, es el mejor recuerdo que tiene como futbolista. "La verdad es que el año del ascenso no empecé con un rol de titular, aunque justamente el primer partido en campo del Numancia salgo de suplente y marco gol. A partir de ahí, el hecho de haber marcado ese gol marcó el resto del año. Empecé a jugarlo casi todo -dejó de ser extremo y se adaptó como carrilero, con toda la banda para él-. Me salieron las cosas a nivel individual y fue una temporada para el club que fue súper bonita. Conseguimos el ascenso y fue muy trabajado. Después, en Primera, conseguimos los objetivos y el rendimiento en general fue muy bueno", rememora.

"En el aficionado cerrado del Levante es entendible el enfado, porque me iba al Valencia; pero yo no me sentí lo valorado que creía que debía estar en el club. Tuvieron muchas oportunidades para renovarme cuando yo quería. Y cuando ellos quisieron yo ya no quise hacerlo. Viene un club como el Valencia y... a nivel historia tú no puedes rechazar al Valencia. El Valencia es uno de los grandes de España. Firmé libre allí. Puede joder eso en el Levante, porque no dejé dinero para el club y es normal", asume, dejando también un dardito para la directiva levantinista.

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Jason siente que Marcelino nunca confió en él

Más allá del polémico cambio de bando en una ciudad tan futbolera como la capital del Turia, Jason llegó muy motivado a un Valencia CF en el que no fue capaz de triunfar, algo que achaca principalmente a la falta de confianza de Marcelino García Toral, que entonces era técnico che. Sólo 28 partidos en tres temporadas como blanquinegro y una salida cedido a Getafe para escapar momentáneamente del ostracismo sirven para resumir su periplo che: "El pensamiento que me surgió en ese momento es que fui un fichaje de Mateu Alemany, ya que fue la persona con la que hablé antes de firmar. Era una oportunidad de mercado. Un jugador joven que quedaba libre. Podía salir bien o podía salir mal, pero era un fichaje de Mateu -entonces director deportivo-, no del entrenador. Con Marcelino no tuve feeling desde el primer día y tuve que salir cedido aunque no quería". En Getafe jugó pero tampoco se hizo un sitio. Luego se desquitó celebrando el ascenso con el Alavés y ahora en el FC Arouca vuelve a ser feliz.

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