Marcelino prueba todas las combinaciones posibles en el Villarreal

El Villarreal encara la temporada con un récord peculiar: en los diez primeros partidos oficiales, Marcelino no ha repetido nunca la misma alineación

Marcelino prueba todas las combinaciones posibles en el Villarreal
Marcelino prueba todas las combinaciones posibles en el Villarreal - Cordon Press

Desde el inicio de la temporada, el técnico del Villarreal ha mostrado una clara apuesta por la rotación y la variabilidad táctica. Ningún once ha sido repetido en los diez primeros encuentros, tanto en Liga como en la Liga de Campeones, una estrategia que refleja la intención de Marcelino de mantener al equipo fresco y competitivo ante cada rival.

Hasta ahora, solo Diego Conde y Adrià Altimira no han sido titulares, lo que indica que todos los demás jugadores han tenido la oportunidad de formar parte del equipo inicial al menos en una ocasión. La política de rotación de Marcelino ha sido particularmente visible en los partidos de Liga, donde cada jornada ha presentado variaciones significativas en la composición del equipo.

Rotación constante: un Villarreal versátil bajo Marcelino

La mayor aproximación a repetir alineación se produjo en algunas jornadas concretas. Entre la segunda y tercera jornada, solo hubo un cambio: Moleiro sustituyó a Yeremy Pino. En estas dos citas, el técnico alineó a Luiz Junior como portero, con Mouriño, Rafa Marín, Foyth y Cardona en defensa; Gueye, Comesaña, Buchanan y Pino en el centro del campo; y Nicolás Pepe junto a Etta Eyong en la delantera. La modificación mínima reflejó un intento de continuidad, aunque la mayoría de la temporada ha estado marcada por la variabilidad.

Un patrón similar se observó en las jornadas seis y ocho, en las que Marcelino configuró un once con Arnau Tenas en la portería, acompañado en defensa por Mouriño, Rafa, Marín, Veiga y Cardona; un centro del campo formado por Parejo, Comesaña, Pape Gueye y Buchanan; y la delantera compuesta por Moleiro y Tani Oluwaseyi. En la visita al Real Madrid, se mantuvo casi idéntico, con Thomas Partey entrando por Dani Parejo, demostrando que incluso en una rotación tan marcada, el técnico encuentra margen para pequeñas continuidades.

Villarreal: equilibrio entre frescura y consistencia

La estrategia de Marcelino no solo busca mantener el rendimiento físico del plantel, sino también explorar distintas combinaciones tácticas y adaptarse a cada rival. La variación constante permite a los jugadores familiarizarse con distintas posiciones y responsabilidades, fortaleciendo la profundidad de la plantilla.

Sin embargo, también plantea desafíos: la falta de un once estable puede afectar la cohesión defensiva y la coordinación en momentos clave, algo que Marcelino y su equipo técnico deberán supervisar cuidadosamente a medida que avanza la temporada. La gestión de rotación en el Villarreal se convierte, así, en un equilibrio entre aprovechar los recursos del plantel y mantener la química entre los titulares.

La apuesta por la rotación completa evidencia la confianza de Marcelino en la plantilla y su capacidad para adaptarse a diferentes escenarios. Cada partido ofrece una nueva oportunidad para evaluar el rendimiento individual y colectivo, preparando al Villarreal para los desafíos que esperan tanto en Liga como en Europa. La continuidad de esta estrategia será un aspecto a seguir de cerca en las próximas jornadas, ya que la capacidad de mantener frescura sin perder solidez puede marcar la diferencia en la segunda mitad de la temporada.