OPINIÓN

El error del Joaquín accionista, que también es Joaquín capitán

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
3 min lectura
El error del Joaquín accionista, que también es Joaquín capitán
El capitán del Betis, Joaquín, junto a Serra Ferrer y Ángel Haro. - JoaquínAdorna (@JoaquínAdornaED)
Se han disparado los miedos en todos los rincones del Benito Villamarín. También se buscan por todos los rincones acciones. Una, dos, tres... si media sirviera, también se agruparía. La guerra de guerrillas va a dar el triunfo en la Junta de Accionistas a Haro y Catalán, es lógico. Están en el poder, tienen el control y la oposición ha tardado un mundo en dar el paso al frente, sin apenas tiempo para aglutinar un respaldo social suficiente.

La batalla dialéctica está abierta y en ella ha entrado, para tomar partido, el gran capitán, Joaquín, quien ha mostrado su apoyo a Haro y Catalán. Su posición era incómoda desde antes de jugarse este partido de despachos porque pisa césped y moqueta, es accionista y jugador, empresario y empleado, y capitán de todos los béticos, aunque los béticos estén hoy apiñados en dos grupos divididos.

Joaquín se podría haber mantenido al margen de la batalla por el poder, ejerciendo su derecho al voto en la Junta como accionista que es. Pero ha preferido aparcar la prudencia para tirar de su valentía y apoyar a una de las dos partes en litigio. Con toda la ascendencia que él tiene sobre la afición, habría sido más recomendable la neutralidad que elevar a los altares a quienes él considera que son los buenos (Haro y Catalán) y señalar a quienes él piensa que son los malos (Serra y quienes acompañan en 'Es Posible Otro Betis').

En el mismo mensaje en el que pide unión, abona el terreno de la división. Y lo ha hecho, y aquí radica bajo mi punto de vista el error de Joaquín, olvidándose de que él, como jugador y capitán, también representa cada día a muchos de esos béticos a los que considera que están protagonizando "otro intento de desestabilización, equivocado en el momento, en el discurso y en las formas".

El bético que aspira a un cambio en la gestión para construir un Betis mejor, que sea capaz de lograr el éxito deportivo que no ha llegado en los últimos cinco años con Haro y Catalán, no lo hace -seguramente- con la intención de desestabilizar. Que han llegado tarde, y agarrados al oportunismo de unos malos resultados, no hay duda. Pero hay béticos que se sienten representados en ellos porque encuentran en sus voces la posibilidad de protestar sin recibir a cambio un 'me estáis exigiendo que me estáis cansando'. Esos béticos exigentes también merecen el respaldo de Joaquín. No del Joaquín accionista, pero sí del Joaquín capitán.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram