Dos golazos. El de En-Nesyri sacando a relucir de nuevo su crecimiento en una especialidad complicadísima en el fútbol: el balón aéreo. El de el Mudo Vázquez, con un taconazo que nos traslada a la magia del fútbol que sólo tienen en su cabeza unos cuantos elegidos.
La potencia en el salto del internacional marroquí y la clase y calidad técnica de un Mudo que no pudo contener la emoción acordándose de todo el sufrimiento que hay detrás de ese gol en la que va a ser la temporada de su despedida del Sevilla.
Cerró el triunfo el Mudo en los pocos minutos que tuvo (2-0). Él mismo abre el balón para
Óliver Torres desde la línea de medios y él mismo llegó al área para recoger el pase de Óliver, dejar al
Papu Gómez con la miel en los labios y tirar de un recurso que le encanta para asombro del meta del Elche y de sus propios compañeros.
Otra
pincelada de arte de un jugador diferente capaz de lograr, si hubiera habido público en las gradas del Sánchez-Pizjuán, que todos los sevillistas se
rindieran a su magia y se marcharan
recreándose y dibujando con palabras ese golazo que inventan los que
sienten el fútbol de otra manera.Más
balón al pie y menos carreras, pensará el argentino, a quien
ha regalado el fútbol la 'chachita' que tanto le gusta abriendo la puerta a su inolvidable gol.
Le queda al Mudo otro consuelo. Las palabras de Lopetegui. Seguramente no juega porque no llega a la exigencia física defensiva que exige Julen a su tropa. Pero el técnico ha expresado el aprecio que le tiene y ha dejado una frase de alivio para su conciencia y para la conciencia del genial jugador: "Seguramente, no he sido todo lo justo que debía haber sido con él".
Si lo dice Monchi, habrá que darle la razón porque en En-Nesyri ha vuelto a ver lo que casi nadie intuía. Otro cabezazo en las alturas, y una mala caída golpeando con la testa también en el suelo, para confirmar que el goleador del Sevilla sigue mejorando su repertorio y elevando un techo de rendimiento tanto como su cotización.
Ya suma 21 goles, una barbaridad. 17 en LaLiga y 6 en UEFA Champions League. Y muchos de ellos decisivos, importantes, como el que ha abierto el marcador al filo del descanso ante un Elche ordenado que ha dado más de un latigazo tratando de hacer daño a un segurísimo Bono. Ya empieza a gustar hasta su forma desgarbada al correr. Los goles enamoran y En-Nesyri los lleva en la sangre... y en la cabeza.