Carlos Sainz explica su decisión con Williams
El madrileño, a las puertas del Gran Premio de Bélgica, se ha pronunciado abiertamente de los planes que hay en la escudería británica

El salseo del Gran Premio de Bélgica ya ha comenzado y Carlos Sainz ha sido uno de los que más juego ha dado en el Media Day. El piloto de Williams ha hablado alto y claro de lo que está sufriendo esta temporada y se ha pronunciado sobre los planes de futuro que hay con su monoplaza.
El madrileño entiende y asume que tenía que pasar por un periodo de adaptación y que el primer año sería complicado, por eso entiende que lo mejor sea mirar al futuro y hablar sobre el coche de 2026 pese a que todavía están en el ecuador del presente curso y quedan muchos puntos en juego.
Por ahora, suma 13 puntos, mientras que su compañero Alex Albon lleva 46. Juntos mantienen al equipo británico en la quinta plaza de la clasificación del Mundial de Constructores. Y este es el balance que hace, de momento, Sainz: "Ha habido altos y bajos. Extremadamente frustrante, porque siento que he tenido mucho ritmo en el coche, que me he adaptado rápidamente al equipo y desde el principio he sentido que era rápido. Pero ha sido difícil enlazar dos resultados seguidos. Si no ha sido la fiabilidad, ha sido un incidente con otro piloto, tráfico en Q1, errores estratégicos... Nada nos ha salido bien o de cara".
En estas 12 carreras primeras se ha topado de frente con averías, golpes en las primeras vueltas y clasificaciones perjudicadas por tráfico. A pesar de ello, se queda con lo positivo: "La velocidad está ahí. Es la prueba de que vamos en la dirección adecuada. Pero cuando no hay resultados, te frustras".
Carlos asume que ya está en un equipo que lucha por otros objetivos y que, por lo tanto, todo es mucho más complicado: "Competir en la clase media tiene sus retos. He estado fuera de la Q1 dos o tres veces por 10 milisegundos y sabes perfectamente dónde estaba ese tiempo. Eso te cambia todo el fin de semana, porque no tienes un coche que te permita remontar. Aquí, todo está muy igualado. Y este coche se siente muy distinto al Ferrari. Requiere otra forma de pilotar, otra configuración. Pero en eso me he adaptado bastante rápido".
Pero el piloto madrileño prefiere mirar el horizonte con optimismo: "No es un secreto: en la F1, si te comprometes a no traer mejoras, es de esperar que vas a caer en la parrilla. Los equipos de la tabla media nunca se duermen. Siempre están trabajando, y nosotros solo trajimos algo al principio con la normativa del alerón delantero. Desde entonces, nada. Seguimos pensando que es la decisión adecuada. Estamos empujando increíblemente en el coche del año que viene. Ya he tenido unas cuantas sesiones de simulador, y en las reuniones casi hablamos más de 2026 que de este año". Y esta es la única razón por la que Sainz prefiere no estresarse con sus resultados este curso. Su presencia en el equipo el año próximo está garantizada.