Se confirma lo peor para Fernando Alonso

Monza no perdona. El mítico templo de la velocidad, uno de los escenarios más emblemáticos de la Fórmula 1, vuelve a ser una pesadilla anunciada para Aston Martin. Tras el buen sabor de boca que dejaron Hungría, con el quinto puesto de Alonso, y Zandvoort, donde al menos lograron salvar puntos, las expectativas vuelven a hundirse para el AMR25. El equipo británico se enfrenta a un trazado que expone todas sus debilidades, en especial la falta de eficiencia aerodinámica en recta.

El recuerdo inmediato es inevitable: Spa-Francorchamps. Allí, el Aston Martin se mostró incapaz de competir y sufrió un auténtico calvario. En Monza, sin apenas zonas técnicas que puedan servir de refugio, las previsiones son igual de pesimistas. Mike Krack, director del equipo, lo reconocía con cautela: “Siempre pueden existir condiciones cambiantes que nos hagan mejorar, pero sabemos que aquí sufriremos más que en otros circuitos”.

La pista más cruel para el AMR25

Monza es todo lo que Aston Martin no quiere ver: largas rectas, velocidad a fondo y poca carga aerodinámica. El coche de Silverstone no ha brillado precisamente en ese terreno, y las altas temperaturas previstas —en torno a 26º— tampoco ayudan. El equipo llevará algunas piezas nuevas, centradas en alerones específicos, aunque no se espera que sean suficientes para revertir la tendencia.

En los últimos test de correlación, el túnel de viento dio señales positivas, pero trasladarlo a un circuito como el italiano es otra historia. “Hemos preparado pequeños retoques, aunque no estamos al nivel de quienes siguen estrenando grandes mejoras”, apuntó Krack.

Alonso contra la historia

El propio Fernando Alonso tampoco llega con un historial reciente que invite al optimismo en Monza. No sube al podio allí desde sus años en Ferrari, con aquel mítico triunfo de 2010 incluido. En Aston Martin, sus visitas a Italia han sido discretas, con apenas algunos puntos en 2023 y sufrimiento en 2024. El objetivo ahora es minimizar daños y evitar caer al fondo de la zona media, donde rivales como Williams o incluso Alpine pueden poner en aprietos a los verdes.

Aston Martin afronta Monza como una misión de supervivencia. El equipo sabe que todo dependerá de la estrategia y de no repetir errores como los de Zandvoort, donde Lance Stroll, con sus accidentes en entrenamientos, condicionó el trabajo de todo el fin de semana. Para Alonso, la meta es resistir, sumar lo que se pueda y evitar que el paso por Italia se convierta en otro Spa.

Monza será, en definitiva, un examen cruel para Aston Martin. Un circuito que no perdona debilidades y que pondrá a prueba, una vez más, la paciencia y la ambición de Fernando Alonso.