Estrella de la Fórmula 1… ¡y francotirador!
Valtteri Bottas revela cómo su paso por el servicio militar forjó parte de su carácter actual como piloto

Valtteri Bottas, actualmente piloto reserva de Mercedes y uno de los hombres más experimentados del paddock, ha compartido una de las historias más sorprendentes de su vida fuera de los circuitos. En una charla distendida con Günther Steiner en el pódcast Red Flags, el finlandés desveló que durante su juventud formó parte del ejército de su país… y que incluso llegó a ser entrenado como francotirador.
De la disciplina militar al paddock de la Fórmula 1
En Finlandia, el servicio militar es obligatorio, y Bottas no fue la excepción. Con solo 18 años, se vio obligado a aparcar temporalmente su carrera para cumplir con seis meses de instrucción. Pese a su estatus como promesa del automovilismo, no tuvo privilegios especiales, aunque sí logró reducir su estancia a medio año por razones profesionales.

Pero lo más llamativo fue su especialidad dentro del ejército. “Me convertí en francotirador”, confesó sin rodeos durante la conversación con Steiner. El propio expiloto y exjefe de Haas no pudo evitar hacer una broma al respecto: “Has sido tacaño. Es una excusa, no una razón”, soltó entre risas aludiendo al recorte en la duración del servicio.
Más allá del humor, Bottas aprovechó la ocasión para destacar lo que esa etapa supuso en su formación personal. “Era un buen tirador. Por eso me convirtieron en una especie de francotirador”, explicó, dejando claro que su habilidad con la puntería ya se manifestaba mucho antes de tomar curvas a más de 300 km/h.
Una experiencia que marcó su carácter
En otra entrevista, esta vez con la revista People, Bottas profundizó sobre lo que significó realmente esa etapa en su vida. “En retrospectiva, la verdad es que fue divertido. Pero, sin duda, a veces, cuando estaba allí, no era tan divertido. Como cuando estás cansado y duermes en el gélido bosque durante dos semanas. Pero para mí, convierte a un niño en un hombre”, explicó.
También recalcó cómo ese entrenamiento influyó en su manera de vivir y de competir: “Aprendes autodisciplina, sin duda. Y, en cierto modo, respeto por todo. Ese tiempo también hizo que las pequeñas cosas de la vida se sintieran más serias. Como si tener una cama calentita y suave después de algunos campamentos fuera un lujo”.
Ahora, mientras espera su oportunidad de volver a competir a tiempo completo, Bottas se apoya en esa resiliencia adquirida en la nieve finlandesa. Su mira está puesta en el futuro… aunque sus tiros más certeros, hoy, los da desde el volante.