Fernando Alonso lo deja todo en manos de Adrian Newey

Fernando Alonso sigue peleando este 2025, sin embargo, tanto él como Aston Martin saben que todo pasa por 2026, donde tienen puestos todos los huevos en la cesta de Adrian Newey

Fernando Alonso lo deja todo en manos de Adrian Newey
Fernando Alonso y Adrian Newey en la fábrica de Aston Martin - Cordon Press

Fernando Alonso está teniendo una temporada sumamente irregular este 2025. Tras un inicio pésimo, encontró la forma de ser competitivo con el Aston Martin y después de unas buenas carreras, poco a poco se estabilizó, sin embargo ahí apareció de lleno la mala suerte que le lleva acompañando durante las pasadas pruebas. No obstante, la realidad es que el asturiano está simplemente dejando pasar el tiempo, afilando sus garras y buscando sorprender, pero a la espera de que llegue el momento más esperado, la temporada 2026. La nueva reglamentación, el inicio de la colaboración entre Aston Martin y Honda, y sobre todo, las manos de Adrian Newey.

El mejor diseñador de la historia del Gran Circo comenzó a trabajar con los de Silverstone en marzo y aún así su mano ya se notó en un monoplaza en el que apenas ha influido, pues su rango de acción es únicamente crear lo que va a ser la próxima 'bala verde'. El propio Alonso es consciente de que está ante alguien especial y que puede que nadie iguale nunca, lo que le abre una oportunidad de oro. "Puede anticipar todo el coche como si fuera una sola pieza, parece que lo tiene todo bajo control todo el tiempo, una confianza en sí mismo que probablemente nunca había visto antes. No le estresan los demás equipos, ni otras filosofías, ni otros diseños... cree que el suyo será el mejor. Eso me hace sentir muy seguro”.

Dos animales competitivos

Y es que si algo comparte con Newey es la motivación por ganar, pues a sus 44 años eso es lo único que le mueve y que le mantiene con ganas de seguir peleando en busca del sueño del tercer mundial. “Cuando voy a una carrera, creo que soy el que mejor está preparado. Entiendo cuáles son las limitaciones del paquete y la velocidad que tenemos, pero voy lleno de optimismo, confianza y determinación para conseguir el mejor resultado. A veces es séptimo, a veces es noveno, a veces un podio. Si el podio está en nuestras manos, no voy a ser octavo, eso seguro”.

Y más ahora en el que la vida le ha puesto en el camino, aunque sea ya en el tiempo de descuento de su carrera, la posibilidad de llevar un coche de alguien que ha ganado tanto y con quien ha soñado con colaborar en infinitas ocasiones. Una unión que en caso de ser fructífera, pasará para siempre a los anales del deporte.