Explota la guerra entre McLaren y Red Bull
El jefe de McLaren aprovecha la caída del británico para lanzar un dardo directo a Red Bull

Christian Horner ya es historia en Red Bull, pero eso no ha impedido que desde McLaren le dediquen un último golpe. Zak Brown, uno de sus rivales más tensos en los despachos, no se ha mordido la lengua tras su salida y ha celebrado abiertamente el nuevo rumbo en Milton Keynes.
”Fue demasiado lejos”: el recado de Brown
La salida de Christian Horner de Red Bull, anunciada oficialmente tras el Gran Premio de Gran Bretaña, sigue generando reacciones en el paddock. Quien no ha querido dejar pasar la oportunidad de opinar ha sido Zak Brown, CEO de McLaren, uno de los personajes con los que más roces ha tenido el ya exdirector del equipo de la escudería austriaca. Y sus palabras no han sido precisamente neutras.

“Me alegra que Laurent esté en el puesto que ocupa”, confesó Brown, en referencia a Laurent Mekies, nuevo jefe de Red Bull tras su paso por Racing Bulls. En declaraciones recogidas por The Telegraph, Brown fue aún más claro: “Esto será bueno para el deporte”.
Para el jefe de McLaren, Horner cruzó demasiadas líneas en su etapa como jefe de equipo. “Siempre habrá política en la Fórmula 1, pero cuando empiezas a hacer acusaciones frívolas, simplemente se va demasiado lejos”, comentó. Unas palabras que no solo apuntan al pasado, sino que también ensalzan la figura de su nuevo rival: “Conozco a Laurent desde hace mucho tiempo y me cae bien. Será bueno competir contra él”.
Nueva era… sin guerra interna
Las diferencias entre Brown y Horner han sido constantes durante los últimos años. Más allá de la lucha en pista, los despachos han sido un segundo campo de batalla. Por eso, Brown no ha dudado en aplaudir que con la salida del británico, la relación entre equipos podría dar un giro más saludable.
“Cuando miro el pitlane ahora, veo que seguimos luchando políticamente, pero la línea ya no se ha cruzado. Antes, con él, sí se cruzó”, remató el estadounidense.
Confianza renovada en el paddock
Brown confía en que esta nueva etapa sin Horner servirá para reducir la tensión entre equipos y fomentar un clima de mayor confianza. “Cuando nos sentamos todos a hablar de algo confidencial, ya no sentimos que se utilizará automáticamente como arma política”, afirmó.
Con Red Bull atravesando una temporada en la que ya no es la escudería a batir, el cambio en la dirección no ha hecho más que empezar a generar efectos. El primero, el dardo envenenado de McLaren.