Horner rompe su silencio tras dejar Red Bull: “Fue un shock”

Christian Horner ha roto su silencio tras su sorprendente despido como jefe de equipo de Red Bull. En un comunicado publicado este miércoles, el británico expresó su tristeza y orgullo por todo lo vivido en las últimas dos décadas. Sus palabras han dado la vuelta al paddock y han confirmado el impacto de una de las decisiones más drásticas en la historia reciente de la Fórmula 1.

Un mensaje con el corazón en la mano

“Me voy de Red Bull con el corazón encogido”, comienza Horner en su comunicado. Tras 19 años liderando uno de los equipos más exitosos de la historia reciente, su salida fue “un shock” incluso para él: “Ayer Red Bull me informó que ya no participaré operativamente en la empresa ni en el equipo en el futuro, fue un shock para mí pero he tenido la oportunidad de reflexionar durante las últimas horas”.

El británico destacó que su marcha no fue voluntaria y que tuvo poco margen de maniobra. Aun así, mantuvo la compostura y quiso dejar claro que no hay rencor: “Ha sido un privilegio absoluto liderar este equipo, un grupo de personas excepcionales que han hecho historia en la F1”.

Un legado que marca una era

Durante su etapa al frente de Red Bull, Horner cosechó seis títulos de constructores y ocho campeonatos de pilotos. Se convirtió en el jefe de equipo más joven en la parrilla y fue la cara visible del proyecto que llevó a Sebastian Vettel y Max Verstappen a la cima. “Tuvimos momentos muy duros, pero también construimos algo increíble”, recuerda.

Sus declaraciones llegan en un momento de transición, con Laurent Mekies tomando el relevo y Red Bull preparando un motor propio para 2026. Precisamente, Horner ha tenido palabras sobre el que será el nuevo CEO: “Pronto se anunciará. Confío en él y le doy todo mi apoyo. Le he encomendado que cuide de todos vosotros”.

Horner, aunque fuera del organigrama, seguirá vinculado a la compañía, aunque no ha detallado en qué papel. Pese a no dar pistas claras sobre su futuro inmediato, ya son muchos los rumores que lo vinculan a proyectos de alto nivel, desde Cadillac hasta funciones estratégicas en otros campeonatos.

Con estas palabras, Horner cierra una etapa legendaria y deja en manos de sus sucesores el reto de mantener a Red Bull en lo más alto. La Fórmula 1, mientras tanto, pierde a uno de sus rostros más emblemáticos… aunque puede que no por mucho tiempo.