Qué es el cockpit en un coche de Fórmula 1
Los coches de la F1 son todo un mundo en sí mismos, compuestos por multitud de componentes que tienen una nomenclatura poco conocida

Son muchas las partes esenciales de un monoplaza de Fórmula 1. Sin entrar en detalles, el gran ejemplo lo vemos con Fernando Alonso, que lleva varios años diciendo que está en un periodo de transición intentando equiparar su coche a otros de la parrilla para ser más competitivo. Al margen de lo que son mejoras determinadas de cada escudería, un monoplaza se compone de unas partes que son iguales para todos y que tienen unas denominaciones bastante peculiares. Una de estas partes es el cockpit.
Hablando mal y pronto, el cockpit es donde se sienta el piloto, aunque lo cierto es que se trata de una parte fundamental de los monoplazas y que tiene varias funciones, algunas de ellas cruciales, para la conducción y el posterior desarrollo de la carrera.

Como todo en el 'Gran Circo' de la Fórmula 1, los cockpits han sufrido grandes cambios desde el inicio del deporte en la década de 1950. La tecnología los ha convertido, diseñados a medida para cada piloto, en un espacio clave dentro del coche.
El piloto no solamente debe ir cómodo, sino que es fundamental que el diseño sea individualizado para que se amolde al cuerpo del conductor y se distribuya bien el peso de este. Para esto también ayuda que sea ergonómico, aportando estabilidad y ayudando a maniobrar mejor dentro de el.

A su vez, dentro del cockpit hay varios elementos trascendentales en un monoplaza como el volante. Lo que antes servía simplemente para girar y dirigir las ruedas ahora es un ordenador con infinidad de comandos y botones.
Tampoco podemos olvidar los paneles que están dentro del cockpit, los cuales proporcionan comunicación e información a tiempo real al piloto. Desde la temperatura del motor hasta el estado de los neumáticos, esas son sólo algunas de las muchas cosas que el piloto puede ver en esa parte del coche.

El cockpit es, en definitiva, el centro de todo el monoplaza, ya que desde ahí el piloto intenta hacer su 'magia' a grandes velocidades, encargándose ahí dentro de la frenada o de ponerse a máxima potencia. Eso sí, los cockpits no son cómodos, ya que se busca con su estrechez que la resistencia al viento sea la menor posible.
Por último, pero no menos importante, hay que destacar el tema de la seguridad. Con el paso de los años también se ha evolucionado mucho en este aspecto, incorporándose el halo que protege la cabeza del piloto, así como sistemas que agarran el casco.