Sainz, al límite en Zandvoort
El piloto español llega al Gran Premio de los Países Bajos tras un parón veraniego que le ha permitido recargar fuerzas y reflexionar sobre su primera mitad de temporada

Carlos Sainz llega a Zandvoort con sensaciones encontradas. El madrileño es consciente de que el trazado neerlandés puede acentuar las limitaciones del Williams FW47 y, pese al optimismo de algunos en la fábrica de Grove, no se muestra confiado. “No veo razones por las que vayamos a ser competitivos en una pista como esta. Tendré que sentirlo en la pista, sería una buena noticia”, reconoció el piloto. La primera mitad de temporada ha sido dura, con resultados discretos y un proceso de adaptación al nuevo equipo que ha exigido más de lo esperado.
El parón estival ha sido clave para resetear su mentalidad. “Ha sido una primera mitad de temporada agotadora desde el punto de vista psicológico. Los resultados no llegaban y era importante poder ver las cosas de manera más positiva”, explicó. Durante estas semanas, Sainz ha aprovechado para entrenar físicamente y fortalecer su mente con actividades como golf junto a Rafa Nadal o salidas en bicicleta con Tadej Pogacar, mostrando su compromiso por mantener la concentración y la preparación física al máximo nivel de cara a los últimos diez Grandes Premios del año.
Un circuito exigente para el Williams
Zandvoort, con curvas rápidas y un trazado técnico, no parece favorecer al FW47. Las expectativas cambian de circuito a circuito, y aunque en 2023 Albon logró un meritorio cuarto puesto en clasificación y terminó octavo, los precedentes recientes no invitan al optimismo. “Si hablas con el equipo, hay gente optimista porque han tenido buenos resultados aquí en el pasado, aunque es difícil entender por qué”, apuntó Sainz. La configuración del coche, con menos carga aerodinámica, hará que cada curva y frenada exija precisión máxima al piloto.
Mentalidad renovada para la segunda mitad
El piloto madrileño afronta la segunda parte del año con otra perspectiva. “No puedes subestimar el cambio de equipo, es más exigente. El parón era necesario para resetear la mente y dejar atrás la frustración”, afirmó. Con solo 16 puntos en el Mundial y su mejor resultado siendo una octava plaza, Sainz busca encontrar consistencia y ritmo, clave para intentar cerrar la temporada de manera positiva tanto para él como para Williams. Además, el español subraya que cualquier oportunidad de sumar puntos será bienvenida, y que el aprendizaje en cada circuito es fundamental para mejorar como piloto y fortalecer al equipo.
A pesar de la incertidumbre, Sainz muestra determinación: “Este año he intentado adaptarme a lo que hay, aportando mi experiencia y perspectiva, en lugar de pedir cambios que se adapten a mí. Creo en este equipo y en lo que podemos lograr juntos, pero sé que el camino será difícil. Los desafíos son parte del trabajo, y los abrazo para seguir creciendo”. Con esta actitud, el madrileño busca que Zandvoort sea un punto de inflexión que marque el inicio de una segunda mitad de temporada más competitiva para él y para Williams.