La última oportunidad de Alonso
El asturiano terminó 15º en Azerbaiyán sin opciones de puntuar y afronta Singapur con la esperanza de que llegue, por fin, la carrera propicia que se le resiste en 2025

El Gran Premio de Azerbaiyán confirmó lo que Fernando Alonso y Aston Martin temían desde el inicio del fin de semana: no habría opciones de competir por los puntos. El piloto español finalizó 15º en una carrera en la que el AMR25 volvió a dejar al descubierto sus limitaciones. “Éramos el último coche, y lo seremos en Las Vegas o México. Serán carreras para pasar de puntillas”, admitió Alonso, consciente de que su temporada depende de circuitos muy concretos.
Bakú fue un examen fallido para la escudería británica, que se quedó lejos de la zona media competitiva. El coche empujaba en recta, pero resultaba inestable en frenadas, lo que dejó al asturiano sin margen para arriesgar. “Ha habido muy pocos en carrera y los puntos no estaban al alcance. Los coches solo pararon una vez, los medios rindieron bien con baja degradación y ha sido una carrera sencilla”, resumió Mike Krack, jefe de equipo.

Oportunidades que no llegan
Alonso se refirió a la frustración que supone ver cómo otros pilotos sí han sabido aprovechar momentos puntuales. “Van surgiendo oportunidades. Hungría o Zandvoort lo fueron, por eso te fastidia si la pierdes”, recordó. Nombres como Nico Hülkenberg, Isack Hadjar o Carlos Sainz lograron sacar partido de situaciones adversas, mientras que Aston Martin sigue sin encontrar ese golpe de fortuna.
La comparativa es evidente: Williams y Racing Bulls han sabido transformar su rendimiento en resultados. En Bakú, Lawson (5º) y Hadjar (10º) sumaron puntos vitales para Racing Bulls, que ya cuenta con 72 en el Mundial, mientras que Williams acumula 101. Aston Martin, en cambio, cae a la séptima posición con 62, viendo cómo se complica incluso la pelea por el quinto puesto en constructores.
Singapur, el próximo examen
El calendario ofrece una nueva oportunidad en Singapur, un trazado en el que la destreza del piloto puede marcar más diferencias que en otros escenarios. Sin embargo, ni Alonso ni Aston Martin confían ciegamente en un milagro: para que llegue un gran resultado será necesario que se den factores externos, como abandonos o incidentes en carrera.
El propio Alonso lo tiene claro: el verdadero objetivo no está en 2025, sino en preparar el gran salto de 2026, cuando la nueva normativa podría reordenar la parrilla. Hasta entonces, el bicampeón español seguirá peleando con lo que tiene, a la espera de que el destino le devuelva esa carrera soñada que, de momento, se sigue resistiendo.