Alonso explota y mira al futuro

El asturiano solo pudo ser 15º en un Gran Premio sin ritmo, sin incidentes y con un Aston Martin condenado en la alta velocidad

Alonso explota y mira al futuro
Fernando Alonso suma otro fin de semana para el olvido en Bakú - Cordon Press

El Gran Premio de Azerbaiyán dejó sensaciones opuestas para los pilotos españoles. Mientras Carlos Sainz celebraba un podio histórico con Williams, Fernando Alonso vivió el lado más amargo de la historia. El bicampeón del mundo no pasó de la 15ª posición en una carrera plana, sin sobresaltos, en la que ni el ritmo ni la estrategia ni el coche jugaron a su favor. El propio asturiano lo resumió con ironía: “Si salgo delante, pasa de todo; si salgo detrás, pues 51 vueltas en cola”.

La cita comenzó torcida para Alonso desde la salida. Una reacción involuntaria al movimiento de Oscar Piastri en los semáforos le costó una penalización que hipotecó cualquier opción de avanzar. “Reaccioné a ese movimiento y me condenó. Pero no cambiaba nada”, reconoció en declaraciones a DAZN. La sanción fue un golpe, pero el verdadero problema estaba en el monoplaza: el Aston Martin no tuvo ritmo en ningún momento y se vio relegado a pelear con los Alpine, muy lejos de las posiciones de puntos.

Una carrera sin sobresaltos

Bakú suele regalar carreras caóticas, con accidentes, banderas rojas y estrategias imprevisibles. Sin embargo, esta vez no hubo margen para milagros. Más allá del toque inicial de Piastri, nada alteró el guion. Ni lluvia, ni incidentes, ni coches de seguridad. Todo se tradujo en una procesión en la que Alonso pasó desapercibido. “No pasó nada. Fue todo perfecto, sin Safety Car ni nada más. Cuando salgo detrás y el coche no va bien, hacemos 51 vueltas en la parte trasera”, reflexionó con resignación.

El propio Alonso fue claro al señalar el talón de Aquiles de Aston Martin. El AMR25 sufre en circuitos de alta velocidad como Bakú, Las Vegas y México. “Sabíamos que seríamos el último coche aquí. En esas carreras vamos a ser los últimos, así que trataremos de pasarlas rápido y sin problemas”, explicó. El ovetense, lejos de ocultar la realidad, se resigna a sobrevivir en esos trazados hasta que el calendario le ofrezca otra oportunidad.

Singapur, la esperanza

El siguiente destino será el Gran Premio de Singapur, un escenario mucho más favorable para las características del coche verde. Allí Alonso buscará repetir actuaciones como las de Hungría o Zandvoort, donde pudo maximizar el rendimiento de su monoplaza. “Hay pequeñas oportunidades. Por eso fastidia tanto cuando las perdemos. Pero si hay que terminar donde el coche manda, tenemos que aguantarlo”, zanjó.

El bicampeón cerró así un fin de semana gris, consciente de que la temporada de Aston Martin está marcada por limitaciones técnicas que no se resuelven de un día para otro. Mientras tanto, Sainz sonríe y Alonso espera pacientemente a que el calendario vuelva a ponerse de su lado.