Giro inesperado de Alonso en Bakú
El asturiano rozó la Q3 en una clasificación caótica y confía en arañar puntos en el Gran Premio de Azerbaiyán

Fernando Alonso se mostró exultante al terminar 11º en la clasificación del Gran Premio de Azerbaiyán, un resultado que parecía inalcanzable tras los entrenamientos libres. “El P11 es fantástico, no nos lo esperábamos”, confesó ante los micrófonos de DAZN F1. El español estuvo a punto de colarse en Q3, pero aun así firmó una posición que le permitirá pelear de tú a tú con los coches de delante.
El bicampeón del mundo explicó que la jornada había sido un vaivén constante. “En los libres fuimos realmente mal y pensábamos que la Q1 era el límite. Es una sorpresa positiva estar 11º”, señaló. La clasificación estuvo marcada por banderas rojas, interrupciones y vueltas abortadas, lo que obligó a estar en el lugar y el momento adecuados. “Fue una crono extraña, con tantas interrupciones que igual no todos hicieron la vuelta buena cuando tocaba”, añadió.

Una oportunidad inesperada
La posición de Alonso es aún más llamativa si se analiza su entorno en la parrilla. El asturiano saldrá justo detrás de Oscar Piastri, actual líder del Mundial, y entre los dos Ferrari, lo que refleja el caos vivido en Bakú. “No llegamos al milagro de la Q3, pero ojalá estemos en los puntos”, comentó. Con un coche que en teoría no estaba para luchar tan arriba, Alonso maximizó el rendimiento y se ganó un billete para soñar con los puntos.
El piloto de Aston Martin también valoró la dosis de fortuna que le acompañó. “Acertamos al aprovechar las oportunidades, un poco de suerte también y veremos si podemos mantener esas posiciones al límite de puntuar”, reconoció. En un circuito urbano como Bakú, donde los muros castigan el más mínimo error, cualquier detalle puede marcar la diferencia.
El caos, gran aliado
La carrera se presenta imprevisible, con viento y posibilidad de cambios bruscos en el agarre de la pista. Alonso lo sabe y confía en que ese caos le vuelva a beneficiar. “Con viento ya esperas que cambie el agarre en algunas curvas, es una lotería que esperemos que pase lo mismo en carrera”, explicó. El español es consciente de que el domingo puede ser un festival de incidentes, y ahí su experiencia puede ser oro puro.
Consciente de que siempre queda margen para mejorar, Alonso no ocultó una pequeña espina. “Te queda un sabor amargo porque solo di una vuelta en Q2. Siempre piensas que podías ganar media décima en cualquier lado, pero fue lo mismo para todos y quizá eso nos deja P11”, concluyó. Una vez más, el ovetense ha convertido la dificultad en motivación, y ahora afronta el reto de transformar su inesperada qualy en puntos valiosos en el Mundial.