El as bajo la manga de Alonso

Fernando Alonso terminó 19º en la primera jornada del Gran Premio de Bakú, pero las esperanzas se encuentran en que este resultado no reflejen del todo las cartas que guarda Aston Martin. El piloto asturiano reconoció que no hubo sorpresas en un trazado que históricamente no favorece al AMR25, aunque dejó claro que todavía tienen margen de mejora. “Este tipo de circuitos nos cuesta. No era nuestra fuerza en Spa ni en Monza”, admitió.

El coche verde volvió a mostrar problemas de eficiencia, un factor determinante en el trazado urbano de Azerbaiyán. “Necesitas carga aerodinámica y bajo drag en rectas tan largas. No era fácil y lo sabíamos”, explicó Alonso, resignado pero con una visión estratégica de lo que está por venir. Y es que Aston Martin todavía no ha jugado todas sus cartas.

¿Una bala en la recámara?

Durante la jornada del viernes, el equipo británico decidió no utilizar los neumáticos medios, una estrategia que ya les funcionó en Ímola, donde sorprendieron con un quinto puesto el sábado. En Bakú, los C6 —el compuesto más blando de Pirelli— no terminaron de convencer ni a pilotos ni a ingenieros, lo que deja a la goma media como una alternativa que puede dar un giro inesperado en clasificación.

Alonso, consciente de esta opción, confía en que el cambio de compuesto les permita encontrar el equilibrio que no tuvieron con los blandos. “Todavía tenemos mucho ritmo que encontrar”, afirmó tras bajarse del coche. La clave estará en la capacidad de Aston Martin para adaptarse a las condiciones y aprovechar una ventana que se le escapó a la mayoría de equipos en el arranque del fin de semana.

Un sábado con incógnitas

El sábado aparece como el día decisivo para el asturiano, en un escenario donde también entrará en juego el factor climático. Aunque la lluvia no está prevista durante las sesiones, sí podría alterar las temperaturas y modificar el comportamiento de los neumáticos. Otros como McLaren o Mercedes parecen mejor situados, pero en la zona media todavía hay margen para que Alonso pueda dar un salto.

Aston Martin sabe que el reto es mayúsculo. Pasar de la decepción del viernes a un resultado competitivo dependerá de encontrar ese equilibrio entre aerodinámica y eficiencia que tanto les lastra. Fernando Alonso, una vez más, se aferra a su instinto y a una estrategia diferente para intentar colarse en posiciones que parecían inalcanzables. En Bakú, el español quiere demostrar que aún tiene un truco más guardado.