Sainz se rinde a Verstappen

El español arrancará segundo en Azerbaiyán tras una clasificación caótica con seis banderas rojas y condiciones cambiantes

Sainz se rinde a Verstappen
Carlos Sainz saldrá desde primera línea en Bakú - Cordon Press

La jornada clasificatoria en Bakú fue un auténtico desafío para todos los pilotos. Con seis interrupciones, condiciones de pista inestables y un asfalto que cambiaba a cada minuto, el mérito de Sainz se multiplicó. El español llegó a ocupar la primera posición provisional, pero en los instantes finales Verstappen se sacó una vuelta perfecta que le arrebató la pole. Pese a ello, Sainz mostró una sonrisa en la rueda de prensa: “No es una decepción porque sabía que mi vuelta era buena, pero no lo suficiente para la pole. Pensaba en un tercer puesto si Max y Lando me pasaban. Al final solo fue Max… Tenía que ser Max”.

Condiciones extremas en pista

El piloto madrileño explicó que la sesión fue de las más complicadas que recuerda: “Cada vez que salías era una aventura, nunca sabías dónde iban a estar los neumáticos. Los coches de F1 actuales son más difíciles de pilotar con viento que con lluvia. A mitad de curva dependemos de la carga aerodinámica y las rachas afectaban de forma dramática. Eso pilló por sorpresa a mucha gente”. Las declaraciones de Sainz ayudan a dimensionar lo que se vivió en Azerbaiyán, con los accidentes de Leclerc y Piastri como ejemplos de lo delicado que estaba el trazado.

A nivel personal, Sainz reconoció que el fin de semana no había sido sencillo en cuanto a sensaciones: “He sufrido en las frenadas. Pero en clasificación me sentí bien y el coche fue consistente. Cuando pudimos completar vueltas limpias, los tiempos salían”. Ese rendimiento le permitió asegurarse la primera fila, por delante incluso de rivales que en teoría tenían más ritmo en condiciones normales.

Confianza para la carrera

El piloto de Williams destacó que las tandas largas fueron prometedoras y confía en mantener un buen ritmo de carrera: “Ahora intentaremos ser consistentes. Nuestras tandas largas eran rápidas, así que ojalá podamos aspirar a algo bueno”. Con esa mentalidad afrontará la salida del domingo, donde la estrategia con los neumáticos y los posibles coches de seguridad pueden decidirlo todo en un circuito urbano tan traicionero como el de Bakú.

Mirando más allá, Sainz también valoró su año de transición: “Ha sido un año en el que nada salía bien, pero esto demuestra que la velocidad sigue ahí. Si la velocidad está, no me preocupa”. Una reflexión que resume su confianza en que, pese a los contratiempos, sigue siendo capaz de competir con los mejores.

La segunda plaza en la parrilla le da a Sainz una oportunidad de oro para pelear por el podio e incluso por la victoria. Verstappen parte como favorito, pero en Bakú todo puede pasar y el madrileño está preparado para aprovechar cualquier oportunidad.