Álex Márquez va a por Marc: "Nadie es inalcanzable, vamos a ver con la misma moto”

La gran historia de esta edición del mundial de MotoGP es sin duda alguna Marc Márquez y su título de campeón del mundo, volviendo a ganar tras una periodo muy duro con Honda, un año corriendo casi gratis en Gresini y un calvario de lesiones como pocos se recuerdan. Pero la hazaña histórica de Marc no puede empañar lo que ha hecho su hermano Álex, quien con la GP24, una moto con menos desarrollo que la suya y la de Pecco Bagnaia, ha logrado un grandísimo subcampeonato. De hecho, durante muchos meses ha sido el único rival del 93, tanto que de cara al año que viene, cuando va a llevar una Ducati, 'pata negra', no se cierra a pelear.

Álex es todo un doble campeón del mundo, sin embargo, la realidad es que ha estado siempre marcado por ser hermano de quién es, hasta este curso, cuando se ha consagrado. Ha hecho del equipo Gresini una piña en torno a él, para ganar carreras, pelear y llegar a unas nuevas cotas en lo que a su carrera se refiere. Por eso mismo, ahora es el momento de soñar en grande, y por qué no, buscar la forma de batir a su hermano.

No obstante, Álex es consciente de que todo puede pasar, como ha confesado este jueves en un evento de su patrocinar Estrella Galicia 0,0: "Hay muchos factores que pueden cambiar en uno año y hacer que pases de arriba a abajo". Y es que es muy difícil ganar a Marc a 22 carreras, pues mete una presión a la a los rivales que es "muy difícil de aceptar", pero ahí es cuando necesita creérselo. "La convicción que tiene de ir al límite es la clave. Nadie es inalcanzable, vamos a ver con la misma moto”.

Cada uno tiene sus virtudes y defectos

Pelear cada semana codo a codo contra tu hermano significa conocer a fondo a tu gran rival, y en el caso de Álex es perfectamente consciente de los vicios y las virtudes de ambos. Para empezar él sabe que falta la explosividad de Marc, pero a la vez, el campeón no goza de su calma en algunos momentos tensos. Pero va a tratar de mejorar los puntos débiles para que muy pronto pueda superarlo y, por qué no, llegar a ser campeón del mundo de la categoría reina. "Envidio más tener la explosividad que yo tener la calma. Es lo que le ha dado los títulos. Estoy mejorando esa explosividad”.