Álex Márquez, subampeón del mundo: "Yo no me sé vender y por eso la gente no me valora"
El piloto de Gresini le ha puesto el broche a su temporada logrando un segundo puesto en la Sprint de Malasia. Y, ahora, espera que le miren ya de otra forma

Álex Márquez seguirá viviendo toda la vida bajo la inmensa sombra de su hermano Marc, nueve veces campeón del mundo en MotoGP. Sin embargo, eso no quita para que el mundo entero reconozca lo que en Sepang ha conseguido el menor de los hermanos de Cervera.
Cerrar el subcampeonato, pilotando una Gresini y con tres grandes premios aún por celebrar (contando la carrera dominical en Sepang) es toda una hazaña se mire desde el cristal del que se mire. El piloto catalán ha demostrado que es un gran estratega y, a base de segundos puestos, ha ido jugando muy bien sus cartas para llevar también el segundo premio del Mundial a la misma casa.
Ni la presión de tener a Pecco Bagnaia, bicampeón del mundo, prácticamente todo el año detrás en la tabla ni el auge de Aprilia con Marco Bezzecchi en esta recta final del curso le han hecho ponerse nervioso.
Con su segundo puesto en esta Sprint en Malasia ha firmado su primer subcampeonato y ha hecho historia en MotoGP, porque nunca antes dos hermanos habían ocupado las dos primeras plazas del podio general.
Y tras la carrera, Álex Márquez demostró de la pasta que está hecho ante los micrófonos de DAZN. Humildad, juventud y mucha sinceridad: "Me siento nervioso, siento todos los nervios del mundo, iba super rígido, no pilotaba bien, solo pensaba en asegurar el subcampeonato. Al fin estamos aquí, subcampeones y haciendo historia con Marc que esta en casa, ahora tenemos tres carreras por delante para disfrutar, para probar cosas nuevas para el año que viene, pero sobre todo para disfrutar este gran resultado".
Con su ironía de siempre, soltó en la fiesta de celebración que era el "Primero de los perdedores", pero al mismo tiempo reconocía que estaba "muy feliz y muy contento de ser subcampeón cuando nadie daba un duro por nosotros".

Y en este sentido, sí que ha reconocido que en esta carrera es donde más le ha podido el factor mental: "Es algo que me enorgullece mucho, me temblaban hasta las pestañas, no he pilotado nada bien durante la carrera, pero hemos hecho un gran trabajo como equipo. Gresini, desde el primer año (2023) me ha dado la confianza, para hacer mi camino como soy yo, diesel, ir cada vez a más para estar más cerca de los top".
Asimismo, le ha agradecido a Ducati el cable que le ha echado durante la temporada manteniendo la igualdad mecánica: "Lo dije en pretemporada, cuando estás en un equipo pequeño y con la moto del año anterior dependes mucho de eso, de si la moto nueva da un paso adelante y se te complica la historia. Hemos tenido la gran suerte de que Ducati no ha dado un gran paso adelante con la 25 este año, solo una evolución. Eso nos ha dado las opciones y las herramientas para ser muy competitivos desde el principio".
Por último y analizando su pilotaje con el de su hermano, Álex sabe que hay elementos entre ellos que corren en su contra: "Yo soy muy autocrítico y me sé vender muy poco, por eso mucha gente de alguna manera no me valora. No sé engañar, cuando no piloto bien lo digo, no tengo ningún problema. La moto hoy no estaba bien, es verdad, pero yo hoy podía haber pilotado mucho mejor. Es mi carácter y creo que es una virtud que me ha ayudado a llegar hasta aquí".