Fermín Aldeguer y su fichaje para 2027
El piloto de Gresini tiene claro dónde le gustaría estar en un plazo de dos años y sabe lo que tiene que hacer para conseguirlo

Sólo seis Grandes Premios ha necesitado Fermín Aldeguer para dar su primer golpe encima de la mesa en MotoGP. En el año de estreno en la categoría reina, el murciano está sorprendiendo a propios y extraños con su pilotaje con su Gresini. Y lo mejor de todo, es que parece no conformarse con ser el mejor 'rookie' de la temporada, sino que ya mira más allá.
Fue en Le Mans hace dos semanas donde consiguió su primer podio con una tercera plaza muy merecida y que ya había rozado en otras ocasiones. Y en un podcast de Motorsport.com ha analizado cómo está viviendo su primer curso con los mayores: "Si alguien me llega a decir a principios de año, que en mi sexta carrera en MotoGP estaría en el podio, le hubiera dicho que se acostara".
Actualmente ocupa la octava plaza en la tabla general, por delante de Ai Ogura (décimo) y Somkiat Chantra (último), lo que le convierten en el mejor debutante. Y cuestionado por su futuro no se corta a la hora de hablar de sus planes a medio plazo.
Cabe recordar que su acuerdo con Ducati consiste en dos fases de dos años cada una. Y, con 20 años primaveras, tiene claro que no se puede conformar con estar en el segundo equipo de la marca, sino que debe quitarle el asiento a Marc Márquez o Pecco Bagnaia: "El plan de todos los novatos que compiten en un equipo satélite es acabar en el oficial. Tengo la suerte de que mi contrato sea directamente con Ducati. Este año tenemos prácticamente la misma moto que los corredores oficiales. Entre la edad que tengo y este contrato, yo juego con algo de ventaja respecto de los demás. Tengo cuatro años de contrato, dos más dos. Si mis resultados son buenos, el salto al equipo oficial debería darse en 2027. Luego ya veremos qué pasa, pero el plan es ese".
Por el momento, el piloto levantino confiesa que sus jefes le transmiten satisfacción con su trabajo: "En Ducati están muy contentos; no sé si se esperaban que el podio llegara tan pronto".
Y en este mismo sentido, resalta la figura del menor de los Márquez como anfitrión: "Alex me ha abierto las puertas de forma increíble. Me lo podía esperar por cómo es él como persona. Pero es que llega hasta el extremo. Una vez, a última hora, cambió de opinión acerca del tipo de neumático que iba a utilizar, y vino hasta mi oficina, ya medio vestido con el ‘sotomono’, para advertirme de que había cambiado de idea. Solo para que yo no pensara que me había podido engañar".