Paolo Simoncelli revive la tragedia de Marco: ''Le dije al Papa Francisco que estaba enfadado con Dios''
Más de una década después de la muerte de Marco Simoncelli, su padre sigue sin encontrar consuelo en lo que fue toda una tragedia en MotoGP

El 23 de octubre de 2011 ocurrió una de las mayores tragedias de MotoGP. Marco Simoncelli falleció en la curva 11 del circuito de Sepang, tras un grave accidente en el que fue atropellado por Colin Edwards y Valentino Rossi. Ambos pilotos no pudieron evitar la catástrofe, ya que le golpe fue tan fuerte que incluso su casco salió despedido. Su padre, Paolo, es una de las voces más respetadas en la MotoGP y ha recordado aquel maldito día en una entrevista.
La conversación de Paolo Simoncelli con el Papa Francisco
No es la primera vez que el padre de Marco habla sobre su encuentro con el Papa Francisco, que falleció el 21 de abril. En una en 2021, ya habló sobre este encuentro, contando que le dijo al pontífice: ''Estoy enfadado con el jefe. Estoy muy enfadado''. Recientemente, en unas declaraciones para el diario italiano Corriere della Sera le han preguntado si sigue enfado con Dios, a lo que ha respondido: ''Está distraído, debería tener más cuidado. Suceden cosas que hacen demasiado daño, los padres nunca deberían sobrevivir a sus hijos''.
Marco venía de una familia católica, por lo que Paolo no pudo evitar tener esta conversación con el Papa Francisco, que en más de una ocasión ha comentado que le dijo que ''tenía razón''. Cuando hablan sobre si hay consuelo en la fe, el italiano responde: ''Es difícil encontrarla. Simplemente me repito que así es la vida y sobre todo, no tengo ningún remordimiento. El destino de Marco era este, mi esposa y yo hicimos todo lo posible para que fuera feliz y él murió mientras hacía algo que le hacía feliz''.
El fatídico día tuvo un mal presentimiento
Paolo Simoncelli cuenta que solo hay una cosa a la que sigue dándole vueltas: ''Aquella maldita toalla que Marco llevaba en la cabeza al revés cuando salió en Malasia''. Los pilotos tienen amuletos de la suerte, y en el caso de Marco, la toalla que llevaba al revés en la cabeza era su seña de identidad como piloto. Una superstición que recuerda que ''en las carreras todo el mundo las tiene, hay gestos que repites porque te dan serenidad''.

Sobre el día del accidente, habla de un mal presagio que tuvo desde el principio: ''Esa tarde, cuando atravesé la puerta del ciclomotor ir a ver la carrera, me llegó un viento helado que sabía a muerte. Me dije a mí mismo: 'Joder, voy a detenerlo''. Pero faltaba un minuto y no lo habría conseguido. Durante cinco minutos, hasta el accidente, sentí que algo no cuadraba'', contaba Paolo sobre una leyenda del motociclismo que no se apaga a pesar del paso de los años. 'Sic' sigue de alguna manera siendo parte de lo que más le apasionó en vida, rebautizándose el Circuito de Misano-Santa Mónica como Circuito Marco Simoncelli: ''está vivo dentro de nosotros, que lo recordamos como mejor sabemos hacerlo: compitiendo'', comentaba hace tres años en una carta escrita a otro medio italiano, La Repubblica.